El caso Las 5 Jotas baja el telón
La Audiencia confirma la condena de siete empleados de banca por su papel en la trama: su proceder fue más allá de lo "irregular" - El fallo pone fin a una década de recorrido judicial de la "megacausa"

José Manuel Costas, en el juicio de los bancos. // A.Villar
Una contundente sentencia con la que además se pone punto y final al eterno recorrido judicial de una megacausa nacida en 2009 y que, dadas sus dimensiones, derivó en la friolera de un centenar de juicios. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acaba de emitir un fallo en el que confirma la condena de siete directivos y empleados bancarios por su colaboración en la mayor trama de fraude fiscal con facturas falsas detectada en Galicia, la de Las 5 Jotas. Tras ser ya firmes las sentencias que se fueron dictando a lo largo de los años contra el aluvión de empresarios implicados, el único recurso de apelación que estaba pendiente era el de este procedimiento de los bancos. Ahora, con su resolución y salvo la existencia de algún fleco menor, el caso culmina tras una década de trayecto por los juzgados.
Aunque fue el último, el juicio por el papel de varias entidades bancarias en el entramado es uno de los más importantes de esta causa. Tras esa vista, la titular del Juzgado de lo Penal 1 de Vigo emitía a finales de 2018 una sentencia por delito continuado de falsedad documental en la que condenaba a siete de los empleados que se sentaron en el banquillo -otros cuatro fueron absueltos-. A los cinco que admitieron los hechos -trabajabanen una oficina de La Caixa y en otra del BBVA- les impuso 9 meses de cárcel y 1.080 euros de multa. Y dos que se declararon inocentes, un director y un interventor del entonces Banco de Galicia, fueron sentenciados a año y medio de prisión, igual tiempo de inhabilitación para la profesión de banca y sanción de 2.100 euros.
Fueron estos dos últimos directivos los que apelaron. Pero la Sección Quinta desestima los recursos y declara firme el fallo. Los magistrados concluyen que la jueza de lo Penal realizó un "detallado análisis" y que, a la vista de los "plurales y contundentes" datos, la "única conclusión razonable" es a la que ya se llegó. Y esa es que el jefe de Las 5 Jotas y líder de la trama, José Manuel Costas, en prisión por estos hechos, "actuó" en el banco de estos condenados en las operaciones irregulares juzgadas sin conocimiento de los titulares de las cuentas corrientes que utilizó -autónomos vinculados al grupo empresarial-. Y, lo que es clave para este caso concreto, la Audiencia estima que "ninguno" de estos empleados bancarios era ajeno "a esta operativa necesaria para la ejecución de los delitos".
Las numerosas sentencias del caso de Las 5 Jotas, la confesión de los empleados de otros bancos,la "declaración incriminatoria" de José Manuel Costas admitiendo que él en las entidades "lo gestionaba todo" o los testimonios de los trabajadores autónomos asegurando ignorar que se habían abierto cuentas a su nombre son algunas de las pruebas que valora la sala viguesa para ratificar las condenas. Y es que para el tribunal, el proceder de los directivos, por su "conocimiento" de esta operativa fraudulenta, "excede desde luego de una conducta anómala o irregular en la entidad bancaria" y es constitutivo de delito.
Un asunto complejo
Esta sentencia, en definitiva, es la última de un caso que se abrió en 2009 en el Juzgado de Instrucción 6 de Vigo. Dada el elevado número de empresarios que recibieron facturas falsas, el procedimiento se dividió en casi 100 piezas separadas que dieron lugar a idéntico número de juicios en los juzgados de lo Penal de la ciudad. Y a numerosos recursos que, como el de los bancos, resolvió la Audiencia. El jefe de Las 5 Jotas se llegó a fugar de la Justicia y, tras ser localizado y detenido en Portugal, en la actualidad está en prisión. También tuvo que entrar en A Lama su hermano Jacobo. La medida de encarcelamiento fue ya del todo excepcional entre el resto de empresarios condenados por recibir las facturas falsas. Fernando José G.M., administrador de Darzal Consultoría y Prevención y sentenciado a 16 años, es uno de los pocos que ingresó en el penal.
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