| Llegó a Vigo en febrero de 2018 despuntando en la ría con sus gigantescas dimensiones -60 metros de eslora, 36 de manga y 39 de altura- y ayer se fue aunque solo por una temporada. Considerada en el momento de su construcción entre las mayores plataformas flotantes de construcción, la Sato Levante salió del muelle de reparaciones de Bouzas tirada por el remolcador que la trasladará hasta Tenerife, donde según fuentes portuarias servirá de soporte para una obra sobre el medio marino, su especialidad. Precisamente conociendo este nuevo encargo, en las últimas semanas ha sido objeto de una serie de reformas en su inmensa estructura, trabajos que Sato, filiar el grupo OHL, contrató al astillero vigués Cardama. Pese a la marcha de la unidad de mayor envergadura de cuantas tiene amarradas en el muelle vigués, las citadas fuentes aseguran que la compañía presidida por Villar Mir mantiene sin cambios la permanencia de esta base operativa. De hecho otro de sus buques está listo para intervenir en la construcción del relleno de 9.000 m2 vinculados a la ampliación de la explanada anexa a las lonjas de O Berbés.