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El Concello pide a la empresa Buny que retire de la calle sus patinetes de alquiler

Le advierte que no tiene licencia para utilizar espacios de dominio público

Dos patinetes eléctricos de alquiler anclados en un "aparcabicis".

El Concello mueve ficha tras la polémica irrupción de la primera empresa de alquiler de patinetes eléctricos en Vigo: Buny. Según fuentes oficiales, responsables municipales se han puesto en contacto ya con la compañía para informarle de que debe retirar sus vehículos de la ciudad y, particularmente, de los "aparcabicis" de dominio público que está utilizando para dejar los patines a disposición de los clientes.

Ya la semana pasada el propio alcalde, Abel Caballero, había advertido de que se trataría de una "acción ilegal" por carecer la empresa de una autorización o licencia por parte del Ayuntamiento.

Pese a ello, y tras las declaraciones de regidor olívico, el director general de Buny, Sergi Monferrer, aseguró que su empresa no estaba cometiendo ninguna ilegalidad y mantuvo sus patinetes en la calle a disposición de los vigueses.

En cualquier caso, la orden del Concello no significa cerrar la puerta a que esta firma pueda continuar desarrollando su negocio en Vigo en próximas fechas. "Queremos hablar con ellos y con otras empresas para estudiar y valorar formas para que puedan operar en Vigo", aseguran desde el Concello. Fuentes municipales explican que actualmente están esperando todavía por el decreto del Gobierno para regular los patinetes eléctricos y que su propia ordenanza está pendiente de la citada regulación nacional para desarrollar la normativa a nivel local.

Hace algo más de una semana que Buny comenzó a operar en Vigo. Lo hizo, según aseguró su responsable, a modo de prueba. Llegó con unos 30 patinetes eléctricos que cada día distribuye por diferentes "aparcabicis" públicos de la ciudad para que los puedan usar los ciudadanos. A través de una aplicación móvil, vigueses y turistas pueden desbloquearlos y utilizarlos para sus desplazamientos por el casco urbano. Luego, deben dejarlos enganchados con un candado. Aunque la empresa recomienda que se anclen en los "aparcabicis", muchos usuarios ya han empezado a dejarlos en árboles, bancos o postes de señales. Este hecho provocó ya el malestar de multitud de vecinos.

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