Un vecino de Vigo aceptó hoy dos años de cárcel por cobrar durante seis años la pensión de un hombre fallecido. La cuantía ascendió a 89.000 euros, que ahora deberá devolver al INSS y al banco en plazos mensuales de 300 euros. Asimismo, tiene que pagar una multa de idéntico importe a la cantidad de la que se apropió. En total, son más de 176.000 euros. La vista de conformidad por este delito contra la Seguridad Social se celebró en la Sección Quinta de la Audiencia tras un acuerdo entre la defensa, la fiscal y las acusaciones particulares personadas. El tribunal suspendió la ejecución de la pena durante cinco años condicionado a que no delinca en este período y a que abone la responsabilidad civil.

La Fiscalía sostiene que el acusado, I.C.B., figuraba como autorizado en la cuenta del fallecido, donde el Instituto Nacional de la Seguridad Social le ingresaba la pensión de jubilación. Aunque este murió en febrero de 2010, la mensualidad continuó siendo ingresada hasta que en marzo de 2016 la administración verificó que el perceptor había fallecido. Durante ese tiempo el encausado supuestamente omitió comunicar la muerte al banco y al INSS, haciéndose con las cuantías que habían entrado en la cuenta, que quedó sin saldo.

La cuantía total ingresada fue de 88.090 euros, de la que el banco devolvió al INSS 58.397, importe de los cuatro años anteriores a la fecha de conocimiento del fallecimiento, es decir, de abril de 2012 a marzo de 2016, conforme a la disposición del Reglamento General para la Gestión Financiera de la Seguridad Social y de la orden que lo desarrolla, que imponen esta obligación a las entidades financieras colaboradoras. En consecuencia, el INSS reclama para si la diferencia, 29.692 euros.