Los plásticos constituyen una gran amenaza para la salud de nuestros mares y sus ecosistemas, pero a día de hoy todavía resulta complejo determinar la cantidad de basura que soportan y su procedencia. Los modelos oceánicos permiten arrojar luz sobre el origen y la trayectoria de estos desechos a lo largo de la costa e incluso señalar las áreas más afectadas como la detectada en el golfo de Vizcaya por el investigador Diego Pereiro Rodríguez, autor de un estudio sobre la deriva de los residuos flotantes en aguas costeras del noroeste peninsular desde Portugal hasta el sur de Francia.
Su modelo predice la trayectoria de la basura marina así como el tiempo que ésta permanecerá en un área determinada en función de las corrientes y otros parámetros oceánicos como la temperatura o la salinidad, además de tener en cuenta los datos del fondo oceánico y meteorológicos.
El investigador también utilizó datos de campo extraídos de muestras de agua y residuos recogidas durante las campañas oceanográficas que desarrolla cada año el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en aguas atlánticas y cantábricas.
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"A día de hoy no existen medidas rigurosas de cuánta basura llega al océano. Es complicado y se necesitan muchas campañas, que son costosas. Por eso estos modelos son una herramienta ideal. Nosotros lo desarrollamos teniendo en cuenta a las ciudades de mayor población y los ríos cercanos como principales orígenes de la contaminación. Y también incluimos fuentes de origen marítimo a lo largo del corredor de Finisterre", explica Diego Pereiro.
La mayoría de la basura son plásticos, pero el estudio también incluye restos de madera o cerámica.
El modelo es capaz de simular la travesía que recorrería la basura en superficie por la acción de los corrientes y el viento desde la desembocadura del Miño, por ejemplo, hasta cualquier otra zona de la costa próxima o lejana. "Calcula los desplazamientos en intervalos de tres minutos para poder conocer la trayectoria durante un periodo de 4 años", añade.
Uno de los resultados más relevantes del estudio es la existencia de un punto caliente con elevada concentración de desechos marinos frente a San Sebastián y las ciudades galas de Biarritz y Bayona. "La basura tiene allí una procedencia muy variada, tanto de las costas cercanas del País Vasco y Francia como de Galicia. Y la acumulación presenta un ciclo estacional, como respuesta a las corrientes de esa zona, siendo más intensa en otoño e invierno. Además los tiempos de residencia de los desechos en la superficie alcanzan el máximo de horas", comenta Pereiro.
