Será "la mayor convocatoria que se hizo nunca en la historia" del Ayuntamiento de Vigo. Así la definió ayer el alcalde, Abel Caballero, después de anunciar la disposición de la administración local a convocar en el plazo de un año 258 plazas de empleo público, a repartir entre distintos perfiles y servicios municipales. La junta de gobierno local aprobó para este 2019 una oferta de 84 plazas, que se incorporarán a las 174 de ejercicios pasados que el Concello tiene pendientes de ejecutar. Todas, destinadas a dispensar "una mejor atención a los ciudadanos", enfatizó el regidor.

De las 84 plazas que recibieron ayer el visto bueno, 78 serán de libre acceso y seis de promoción interna. Otra media docena, además, estarán reservadas para personas con discapacidad. Este "paquete" de vacantes incluirá 49 plazas para policías -48 agentes y un inspector-, 11 para el servicio de bomberos -seis bomberos, dos conductores bomberos y 3 sargentos bomberos-, 5 diplomados para servicios sociales y cinco para maestros de formación de la Escuela Municipal de Artes e Oficios (EMAO). Por lo demás, el Ayuntamiento también planteará el concurso para buscar un técnico de sistemas, un ingeniero forestal, dos inspectores para empresas concesionarias, dos subalternos, siete oficiales de oficios y un ayudante de oficios.

Si se tiene en cuenta las 174 plazas que no fueron convocadas en el pasado y que están pendientes de ejecutar, la suma alcanza los 258 puestos. De este conjunto, 209 serán asignarán al turno de acceso libre y 49 para el de promoción interna. Se distribuirán en 62 plazas de policía, 24 bomberos, 11 diplomados en servicios sociales, 34 de personal de cuerpo técnico de la administración -como especialistas en materia jurídica, arquitectos, ingenieros, veterinarios o economistas- y 127 para administrativos, oficiales, subalternos y capataces.

Si se cumplen los plazos previstos, aseguró Caballero, el proceso de convocatoria de las OPE habrá finalizado en el plazo de un año. El alcalde destacó el importante papel que desempeñará el nuevo personal para la mejora de la prestación de los servicios públicos, con especial énfasis en los técnicos cualificados, cada vez más necesarios -razonó- en la "inmensa complejidad" de la administración.