La furgoneta camuflada que estrenó la Guardia Civil el pasado fin de semana y que recorre las carreteras de Pontevedra ya ha detectado las primeras infracciones, ocho de ellas por conducir con el teléfono móvil en la oreja, una de las principales causas de mortalidad en los accidentes de circulación.

Se trata de un vehículo que circula sin ningún tipo de distintivo que lo identifique como oficial, pertenece a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y desde él se pretende detectar infracciones cuya observación resulte más difícil a pie de carretera o desde un vehículo oficial rotulado.

Según explicaron ayer fuentes del cuerpo armado, los agentes vigilan las infracciones que más pueden incidir en distracciones, como el uso de teléfonos móviles, así como en la seguridad pasiva en los vehículos, como no hacer uso de los cinturones de seguridad u otros sistemas de retención infantil.

"Los resultados, desafortunadamente no se hicieron esperar", afirmó la Guardia Civil en un comunicado, ya que, durante los primeros días que prestó servicio, la furgoneta detectó un total ocho infracciones por hacer uso del teléfono móvil; una por no hacer uso del cinturón de seguridad y otra de un ciclista que además de circular sin casco dio resultado positivo en sustancias psicoactivas o, dicho de otra forma, en drogas.

Además, en el ámbito penal, la Guardia Civil investigó a un conductor por un delito contra la seguridad vial a consecuencia de dar positivo en un control de alcoholemia.