Medio centenar de personas se han congregado hoy en el Xardín da Memoria Histórica del cementerio de Pereiró, en Vigo, para rendir homenaje a Emilio Martínez Garrido y José Antela Conde, militantes socialistas y alcaldes de Vigo y Lavadores respectivamente, fusilados el 27 de agosto de 1936.

“La democracia es una batalla permanente que siempre tuvo y seguirá teniendo enemigos, porque siempre habrá movilizaciones fascistas de algunos que creen que con su fuerza pueden vulnerar la democracia”, ha dicho tras la ofrenda floral el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

“Este riesgo existe”, ha añadido, “pero felizmente se encuentra con millones y millones de ciudadanos que creemos en la democracia que practicamos”.

Junto a los dos alcaldes fueron fusilados aquel día los militantes socialistas Antonio Bilbatua, también diputado; Enrique Heraclio Botana, secretario general de UGT; Apolinar Torres, presidente de A Casa do Pobo; Ubaldo Gil, concejal del Ayuntamiento de Vigo, Ramón González, militante de UGT, e Ignacio Seoane, a los que también se rindió homenaje.

En el acto, desarrollado bajo una persistente neblina matinal, estuvieron presentes familiares de los fusilados, entre ellos las hijas de Antonio Bilbatua, Soledad y María del Carmen, así como representes de todas las fuerzas de la Corporación Municipal de Vigo, incluido el Partido Popular.

Desde Santiago de Compostela ha acudido en representación de todo el socialismo gallego el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, quien ha recordado la jornada del 27 de agosto de hace 83 años como “una de las páginas más negras de la historia” de Vigo.

El líder del socialismo gallego ha señalado la conveniencia de mantener viva la memoria de los represaliados “para que las generaciones más jóvenes sepan que hubo quien fue alcalde de esta ciudad y que fue fusilado por ser socialista”.

Por su parte, el regidor de Vigo, que se mostró “orgullosísimo de ser heredero institucional” de hombres como Martínez Garrido y Antela Conde, ha recordado el alzamiento militar como “un acto de barbarie” y ha culpado a “las botas del fascismo” por retrotraer a España cien años en su historia.

“Hay que tener en la memoria nuestra historia y nuestro pasado, a los que sacrificaron su vida por ideales, simplemente por ideales, por querer hacer un Vigo nuevo, en una Galicia nueva y en una España nueva, que era lo que significaba aquel sueño extraordinario de revivir democrático”, ha dicho Caballero.

El alcalde de Vigo ha señalado que la democracia ha arraigado de tal modo que “es indestructible, que ya forma parte de la propia cultura de toda España, de toda Galicia y de esta ciudad”, aunque ha advertido contra aquellos que amenazan la convivencia de todos.

Según el alcalde, el acto de hoy ha sido “una forma de recordar lo que nunca más tiene que volver a pasar. Aquella barbarie, aquella locura de quienes intentaron de una forma asesina parar el avance de esta ciudad”.