En las ciudades gallegas hay actualmente, según datos facilitados por la Consellería de Política Social, 9.532 beneficiarios de la Renta de Inclusión Social (Risga). 2.256 de ellos son de Vigo, una cifra muy superior al del resto de Galicia. Es más, en la urbe olívica hay más personas cobrando la Risga que en Pontevedra, Santiago y A Coruña juntos. Pero pese a que estos datos son llamativos, lo cierto es que esos 2.256 beneficiarios suponen el número más bajo desde 2015, cuando había 2.226. En 2016 alcanzaron el pico máximo del último lustro (2.439) y, desde entonces, la caída ha sido progresiva. Es más, ahora, hay 141 personas menos percibiendo esta renta social que el año pasado.
Este volumen de expedientes que manejan en Vigo provoca que el tiempo medio de resolución de cada caso por parte de los Servicios Sociales del Concello ascienda a 106,67 días, más de tres meses, y una cifra muy superior al promedio gallego, que se sitúa en 63,54 jornadas. El Ayuntamiento alega que el elevado volumen de peticiones que recibe provoca esta demora. Pontevedra, que es la segunda ciudad gallega con menos beneficiarios de la Risga (222), solo por detrás de Santiago, tarda en tramitar un expediente apenas 23 días.
La espera en Vigo, no obstante, se ha reducido de forma considerable. El año pasado se necesitaban 190 días para resolver una solicitud, por lo que los Servicios Sociales municipales han conseguido bajarla prácticamente hasta la mitad y esperan poder continuar reduciendo todo lo posible esa demora.
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La renta de inclusión social de Galicia es una prestación pública destinada a garantizar recursos económicos de subsistencia a quien carezca de ellos, así como a conseguir progresivamente su autonomía e integración social y laboral, mediante el derecho y el deber de participar en procesos personalizados de inserción con apoyo técnico y financiero del Sistema gallego de servicios sociales y del Sistema público de empleo de Galicia.
La Xunta aprobó este año un decreto que modifica la Risga y que introdujo como principal novedad la posibilidad de compaginar el cobro de la ayuda con un empleo y además permitirá que dos beneficiarios convivan en la misma vivienda sin tener que renunciar a la prestación. Como consecuencia de estas mejoras, la cuantía media de la ayuda económica se elevará de 450 euros a 550 euros.
La cifra de gallegos que cobraron algún cheque de la Risga fue en 2018 la segunda más elevada de los últimos cinco años, a pesar de que el número nuevo de solicitudes se rebajó a 16 de media al día. Aún así, duplica a las peticiones de asistencia de 2008, antes de la crisis. Lo que ha alcanzado el máximo el año pasado es el número de quienes percibieron alguna ayuda de inclusión social de carácter no periódico y para la atención a situaciones de emergencia. En concreto, en toda Galicia, la Xunta concedió en 2018 un total de 2.913 de estas prestaciones, un 11% más que en el ejercicio de 2017, por un importe medio de 1.057 euros. La Consellería de Política Social destinó 3 millones de euros a esta partida, que se sumarían a los 55 que se aportan a la Risga.
