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Vigo se rinde ante la fe y la romería

Los devotos acompañaron en procesión a Santa María y a San Roque

La jornada del 15 de agosto fue un año más sinónimo de fiesta y fervor popular en la ciudad olívica con las celebraciones en honor a Santa María y San Roque. Aunque esta última imagen, junto a la del Cristo de la Victoria, suelen ser las principales manifestaciones religiosas en Vigo, tanto en popularidad como en el número de asistentes, la patrona de la ciudad es Asunción de María, que conmemoraba su festividad en el día de ayer.

Como cada año, la Concatedral acogió al mediodía la misa solemne de Santa María cantada por la Coral Polifónica San Roque. Pasadas las 13.00 h., los fieles que se congregaban en el interior y en el exterior del templo, veneraron la imagen de la Virgen, vestida con su característico manto azul y con los ángeles a sus pies simbolizando la Asunción.

La talla salió en la tradicional procesión desde la Colegiata a hombros de un grupo de costaleros vestidos de azul celeste y acompañada por los compases de la banda Unión Musical de Cabral para recorrer algunas de las principales calles del Casco Vello.

Aunque no es uno de los pasos más multitudinarios de la ciudad, numerosas fueron las personas que se acercaron hasta la Concatedral para rendir honor a la patrona de Vigo. "A la procesión del Cristo viene mucha gente, y no solo porque se crea en él, sino por tradición. Pero quien viene a Santa María es porque tiene fe en ella, porque es devoto de verdad", afirman Rosi y María, quienes acuden juntas a la procesión de la Virgen desde hace años. Al igual que el matrimonio formado por Alberto y Mineta. Cuentan que siempre que pueden vienen a la procesión de Santa María. "Antes vivíamos lejos y veníamos, ahora estamos más cerca, así que con más razón acudimos", aseguran.

Tras recorrer Plaza de Almeida y Méndez Núñez, los pasos llegaron hasta la Constitución, donde la procesión cogió desprevenidos a muchos turistas que se encontraban en las terrazas tomando el aperitivo.

"Somos una familia muy creyente. La fe siempre nos ha mantenido esperanzados ante las dificultades que nos ha puesto la vida", explica José, quien ayuda siempre que puede a la iglesia de Santa María y que ha inculcado a sus hijos su devoción. Uno de ellos, Gabriel, lleva siendo monaguillo en la Colegiata durante los últimos 7 años.

La otra gran celebración del día de ayer tuvo lugar en la finca de San Roque, donde se sucedieron los actos religiosos desde primera hora de la mañana. La música fue la principal protagonista del resto de una jornada en la que no faltó la buena gastronomía. Los festejos y las actividades en honor al Santo continuarán hasta el próximo domingo.

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