Ni caídas, ni golpes de calor, ni rescates. Las intervenciones a las que más tienen que hacer frente el servicio de Salvamento y socorrismo distribuidos desde el pasado 15 de junio por diez arenales de la ciudad son las picaduras que sufren los bañistas. Tanto es así que, de media, tienen que lidiar cada hora con una de estas asistencias, ya sea por picaduras de faneca, erizo o insectos. En total, durante los 45 días que lleva en marcha este servicio se registraron cerca de 1.800 asistencias, prácticamente cinco cada hora, dato ligeramente superior al del año pasado, pero claramente inferior al registrado año atrás, cuando se contabilizaron 1.906 en 2017 y casi 3.000 intervenciones en 2016 en el mismo periodo de tiempo.
El mes de julio se caracterizó por su inestabilidad pero también dejó varias jornadas de altas temperaturas que favoreció un desplazamiento mayoritario a los playales con bandera azul que cuentan con servicio de salvamento como son Rodas (Cíes), O Vao (Coruxo), Samil, Figueiras, Fortiñón (Saiáns), Canido (San Miguel de Oia), Fontaíña (Coruxo), Argazada, Tombo do Gato (Alcabre) y A Punta (Teis).
Si bien el descenso de intervenciones es generalizado en comparación a años atrás, sí suben aquellas intervenciones consideradas más graves, como pueden ser los infartos, las fracturas e incluso los traumatismos. Estos últimos pasaron de 35 el año pasado a registrar este año 41. Las heridas por contusiones, golpes o heridas también sufrieron un repunte, al situarse el año pasado en 578 frente a las 636 de este año. En cuanto a los infartos o paradas cardíacas, se han contabilizado dos casos.
Las quemaduras o lipotimias no experimentaron variación alguna con respecto a los datos del mismo periodo del año anterior: 17 y 4 respectivamente. En lo referido a los golpes de calor o insolaciones, no se ha contabilizado al menos de momento ninguno.
En cuanto a los rescates de bañistas que sufrieron alguna indisposición en el agua o que se alejaron demasiado de la orilla, los distintos servicios que operan en las inmediaciones de los arenales tan solo se contabilizaron 3. Ahora a esta cifra habría que sumarla la intervención que durante varias jornadas realizaron los grupos de submarinismo de la Guardia Civil así como de Bomberos en las aguas de Samil tras la alerta de un usuario por la posible desaparición de un bañista, que a priori se trató de una falsa alarma.
Evacuaciones
Algunos de los auxilios que practicó el servicio fueron lo suficientemente graves como para que fuera necesaria la intervención también de servicios médicos y posterior traslado del bañista a un centro sanitario. Así, desde la puesta en marcha del servicio fue necesario evacuar a 27 bañistas al hospital a raíz de sus heridas o caídas.
Durante los meses estivales son cerca de 60 los medios humanos que vigilan por la integridad de los bañistas de los 10 principales arenales de la ciudad. De ellos 26 son socorristas, cuatro son enfermeros, 6 auxiliares de primeros auxilios, 4 voluntarios de Protección Civil, un operador de comunicaciones, dos técnicos sanitarios, dos responsables de la empresa concesionaria y un coordinador del servicio de Salvamento y Socorrismo, contrato licitado por 970.000 euros el año pasado para dos ejercicios en el que también se incluyen múltiples medios materiales: sillas anfibias para el baño de personas con discapacidad, desfibriladores automáticos -desde 2016, se repartieron 12 entre las 10 playas y dos de reserva en Samil-, una ambulancia exclusiva así como un centro de coordinación de emergencias en el arenal vigués de Samil.
El dispositivo de emergencias se completa con los efectivos de Protección Civil y Policía Local. El pasado verano, contabilizaron 4.329 intervenciones con 60 evacuaciones a centros sanitarios. De estas actuaciones, 300 asistencias corrieron a cargo de los socorristas.
