La UVigo avanza hacia la votación electrónica, una asignatura pendiente que ya han superado sus homólogas de Santiago y A Coruña. El nuevo reglamento electoral, todavía pendiente de aprobación, ya contempla esta posibilidad de sufragio como paso previo a su puesta en marcha.
El borrador ya fue autorizado por el Consello de Goberno en su última sesión del 26 de junio y remitido al Claustro para que le dé luz verde, si así lo deciden sus miembros, después del verano. "De momento solo se contempla la posibilidad de voto electrónico, a la espera de disponer de los instrumentos técnicos necesarios"; explica el secretario xeral, Miguel Ángel Michinel, sobre su implantación.
La nueva normativa electoral recoge y actualiza las regulaciones de los diferentes procesos electorales -rector, Claustro, directores de centro y departamentos, etcétera- para adaptarlas a los nuevos estatutos de la Universidad de Vigo.
Según determina el borrador, el sistema de votación electrónica se utilizará en aquellos procesos que la comisión o la junta electoral determinen. Los integrantes del censo podrán emitir su sufragio desde un dispositivo conectado a la red hasta una urna digital remota situada en "un recinto protegido y bajo la custodia de la comisión electoral de la UVigo".
La normativa establece que la Secretaría Xeral será la responsable de la dirección y coordinación de los medios necesarios, así como del contenido de la pantalla de votación "de acuerdo con criterios objetivos e igualitarios para todas las personas candidatas".
Además, podrá existir un equipo de apoyo técnico que asesore a la comisión o junta electoral en aspectos tecnológicos, "aunque sus informes no serán vinculantes":
Las mesas electorales electrónicas, que estarán compuestas por miembros de los diferentes sectores de trabajadores y estudiantes de la UVigo, se responsabilizarán de la custodia de la clave descifradora para permitir el escrutinio.
Antes de comenzar la votación, la presidencia deberá iniciar el sistema, que generará las claves criptográficas de codificación y la descifradora. Ésta se distribuirá entre todos los miembros dividida en fracciones secretas codificadas.
La votación electrónica solo podrá realizarse una vez y no se podrá acceder a la aplicación finalizada la hora indicada en la convocatoria.
El impulso de la administración electrónica constituye uno de los compromisos electorales del rector Reigosa, aunque en el Claustro del miércoles también reconoció que es uno de los que acumulan mayor retraso en su primer año de gobierno.
La puesta en marcha del voto on line podría iniciarse con proyectos pilotos como el que desarrolló de forma pionera en Galicia la Universidad de Santiago en 2010 para elegir a los representantes de los Consellos de Departamento.
La UDC lo ensayó en 2011 con las elecciones a rector y, tras el éxito de las convocatorias sucesivas, Julio Abalde decidió en 2016 implantarlo para todas las elecciones que tengan lugar en la institución.
El rector coruñés argumentó que el sistema on line favoreció la participación en 2015 de los estudiantes, colectivo entre el que porcentaje de abstención suele ser muy elevado. Gracias a la plataforma electrónica se alcanzó la segunda cifra más elevada en la historia de la UDC, un 26,6%.
Además de evitar desplazarse a hasta la mesa electoral, otra de las ventajas del procedimiento electrónico es que permite el voto anticipado. El reto es mejorar una cifra de participación que en las últimas elecciones rectorales de la UVigo fue del 22% -aún así, la más alta desde que la elección es directa- y del 14,8% entre los estudiantes.
