El festival de O Marisquiño está considerado como uno de los mejores eventos urbanos de todo el panorama nacional. Este es, sin duda, un escenario único en el que el deporte y el arte se unen para ofrecer la mejor de las ofertas a los amantes de la cultura urbana. Desde hace varias ediciones, el festival cuenta con un espacio de exhibición dedicado exclusivamente a la expresión artística y situado este año en la zona del Tinglado. Arte, color y esprays se mezclan mientras el público es testigo del trabajo en directo de los muralistas invitados. Y, como novedad en esta edición, distintos artistas pudieron dejar su firma en un espacio habilitado y reservado dentro del mural de 35 metros de longitud.

En la jornada de ayer, el área de graffiti contó con dos reconocidos artistas internacionales: los portugueses Brayone y Mosaikone de la Thunders Crew de Lisboa. "Me gustan iniciativas como las que propone el festival de O Marisquiño para el street art donde mostramos nuestro trabajo a un público que no es el tradicional y desterramos ese concepto de vandalismo al que habitualmente suelen unirlo", cuenta Mosaikone, uno de los máximos exponentes del graffiti luso. Por su parte, su compañero Brayone, cuenta que es uno de los pocos privilegiados que pueden vivir de sus obras artísticas. "Yo exhibo mis piezas en las mejores galerías internacionales. Soy muy perfeccionista y he trabajado mucho en mi estilo abstracto y con colores muy vivos", afirma.

Pero el street art hace tiempo que ha dejado de ser un terreno exclusivamente masculino. La graffitera viguesa Sax, invitada asidua de O Marisquiño, cuenta con más de 20 años de trayectoria. "Cuando yo empecé éramos muy pocas. Este trabajo es muy sacrificado y muy duro, sobre todo, al principio. Soy tatuadora también, pero si quisiera, podría vivir perfectamente de pintar", sostiene.