El tren Alvia vespertino entre Madrid y Galicia, con casi medio millar de pasajeros, sufrió ayer un importante retraso a causa de averías en los vagones que llevaban a pasajeros con destino a A Coruña, que viajaban sin luz ni aire acondicionado. Tras varias paradas en el tramo entre Zamora y A Gudiña, el convoy aprovechó la llegada a esta localidad para separar los dos convoyes. Mientras el que realizaba el trayecto hasta Ourense y seguía a Vigo y Pontevedra continuó ruta, los 248 pasajeros con destino Santiago y A Coruña fueron bajados y debieron esperar a los autobuses que los llevaron a su destino final.