La Xunta dio ayer el primer paso para crear en el entorno de Vigo un bosque periurbano que sirva como ejemplo para otras zonas. Esta fase inicial consiste en la regeneración de cuatro montes. Concretamente, los de Valadares, San Andrés de Comesaña, Coruxo y Zamáns, afectados por la oleada de incendios de 2017. La administración autonómica invertirá en esta regeneración 1,3 millones de euros.

Para llevar a cabo este proyecto, el conselleiro Medio Rural, José González, y la delegada de la Xunta en la ciudad, Corina Porro, firmaron un acuerdo de colaboración con la mancomunidad de montes de Vigo y con cada una de las comunidades de montes vecinales beneficiadas. Este acuerdo tiene como objetivo restablecer el valor ambiental, económico y social del entorno de Vigo, para lo que se desarrollará un plan de acción para los próximos tres años. Este programa de actuación supondrá la total restauración de la masa forestal de San Andrés de Comesaña, Zamáns, Valadares y Coruxo.

Concretamente, Medio Rural desarrollará y asumirá el coste total de los trabajos, que consisten en la plantación de especies frondosas y coníferas, en la realización de rareos sobre el regenerado de coníferas y en la colocación de cierres para proteger la zona reforestada. También se procederá a eliminar las acacias y los eucaliptos. Por su parte, las comunidades de montes facilitarán sus terrenos para la ejecución de los trabajos que, además están en una zona declarada de alto riesgo.

Esta será la primera fase de un proyecto mucho más amplio que pretende culminar con la configuración del monte del entorno de la ciudad olívica como un "bosque modelo" de carácter periurbano. En este tipo de bosques se busca combinar los usos tradicionales del monte con la creación de espacios de ocio para la ciudadanía. El objetivo es, por tanto, conseguir un monte "en perfecto estado multifuncional, vivo, dinámico y sustentable económica, social y medioambientalmente". Además, este proyecto que se inicia en Vigo se extenderá al resto de ciudades de la comunidad de acuerdo a las previsiones del Plan Forestal de Galicia.

Según explicó el conselleiro de Medio Rural, este plan se va a llevar a cabo siempre de acuerdo con la mancomunidad de montes, ya que se trata de terrenos privados, y en colaboración con el Concello. Además, para la consecución de este objetivo, José González recordó que es imprescindible que las parcelas de los propietarios individuales también estén en condiciones adecuadas. En este sentido, apeló a la cooperación entre la Xunta, como autoridad competente en materia forestal, y el gobierno local de Vigo, de cara al diseño y a la creación del anunciado anillo verde en los montes de la ciudad.

El anillo verde

Ese cinturón vegetal, proyecto en este caso del Concello, tendrá una longitud de casi cincuenta kilómetros y estará dividido en cinco tramos. Atravesará las parroquias de Saiáns, Oia, Coruxo y se extenderá también por Valadares, Zamáns, Beade, Bembrive, San Andrés de Comesaña, Cabral y Candeán hasta llegar a Teis. Su objetivo es hacer de cortafuegos para proteger especialmente núcleos de población e infraestructuras.