-Los problemas de financiación y los derivados del accidente provocaron que se empezara a programar todo con retraso. ¿Les influyó en el proyecto?

-En el montaje no, porque una vez están todas las decisiones tomadas te adaptas a todos los plazos, cruceros, vehículos pesados del Puerto, entre otros. El retraso fue en la toma de decisiones previas. Si normalmente empezamos a trabajar el 1 de octubre este año lo hicimos el 1 de enero. Todo arrastra a todo.

- Organizar un festival que reúne anualmente a más de 100.000 no es sencillo y menos este año.

-Fue durísimo y complicadísimo, eso no cabe duda. Pero motivado por un accidente del que preferiría no seguir hablando. Es un tema de la edición pasada y ahora tenemos que empezar a poner la mirada en el deporte y las competiciones de este año.