La Semana Grande de celebraciones en honor al Santísimo Cristo de la Victoria de Vigo encara su recta final antes de la multitudinaria procesión que tendrán lugar esta tarde. El Pazo Quiñones de León de Castrelos abrió en el día de ayer sus puertas para acoger el solemne y emotivo acto de la lectura del pregón. La sala de entrada de la planta baja del Pazo se quedó pequeña debido al numeroso público que asistió para ensalzar al Cristo de la Sal. Los asistentes no quisieron perder la oportunidad de escuchar, de primera mano, el pregón del prestigioso doctor en Medicina y Cirugía, Pedro Gil, quien arropado por su familia y amistades, se mostró agradecido de que en este año la Cofradía lo hubiera elegido pregonero.

En su discurso, Gil pidió la intercesión del Cristo de la Victoria en momentos "tan decisivos como los que atraviesa la ciudad de Vigo". Pedro Gil hacía así referencia a la petición para la Universidad de Vigo y, por ende, para la ciudad, de una Facultad de Medicina que pueda competir a nivel gallego con la compostelana.

Asimismo, imploró al Cristo para que "ilumine la inteligencia de los gobernantes y acierten en su cometido" y que el Santísimo " impida que sus criterios políticos se adelanten a las necesidades de los ciudadanos", afirmaba Gil en su intervención sin que estas proclamaciones constaran en el texto oficial del pregón al Cristo.

El gobierno vigués acudió casi al completo, cerrando la ceremonia de la lectura del pregón el alcalde, Abel Caballero, con un discurso muy literario, basado en las leyendas populares del origen de la llegada a Vigo del Cristo. "Llegó en un barco que transportaba sal. Todos habían acudido al atraque, y los rostros mostraban el asombro, el respeto y la emoción. Tantos y tantos lugares y el Cristo se quiso venir con nosotros a Vigo", resaltó el regidor.

"Vivimos tiempos convulsos, pero debemos mantener la esperanza porque desde siempre la agitación ha sido el preludio de tiempos mejores", manifestó la presidenta de la Cofradía del Cristo de la Victoria, Marora Martín-Caloto, durante su discurso. En su intervención destacó la trayectoria profesional del doctor Pedro Gil, a la vez que le agradeció que hubiera aceptado ser en este año el pregonero de las celebraciones. De la misma manera, trasladó al empresario Íñigo Andonegui, actual hermano mayor de la Cofradía del Cristo de los Afligidos de Bouzas, el honor que supone para la hermandad viguesa que sea él quien porte hoy el estandarte durante la procesión. "Estamos en buenas manos porque la gente de Bouzas sabe ir con rumbo seguro, a puerto seguro", manifestó Martín-Caloto.

En el acto también estuvieron presentes el obispo de la Diócesis, Luis Quinteiro Fiuza y el prelado Emérito de Lérida, Juan Piris Frígola, así como concejales del PSOE y del PP y junto a otros invitados.

Las celebraciones en honor al Cristo culminarán en la tarde de hoy con la tradicional procesión del Santísimo, que saldrá de la Concatedral a partir de las 19.30 horas y mantendrá su recorrido habitual por el centro urbano.