Las iniciativas que la Xunta de Galicia engloba dentro de su estrategia de Economía Circular para los próximos años -y de los que dio cuenta el Consello autonómico este pasado jueves- comienzan a dar sus frutos. Y lo hacen en Vigo. La conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, anunció ayer que desde San Caetano se aprobó la solicitud para que la moderna depuradora del Lagares reutilice sus aguas depuradas residuales para procesos internos reduciendo así tanto su consumo como los costes de la planta. Vázquez destacó que este proceso es una iniciativa cada vez más habitual en España y en Europa, si bien es la primera vez que se autoriza en Galicia, tras un intenso trabajo de análisis. "Estamos muy satisfechos porque abre no solo un camino para el resto de Galicia sino también para poder avanzar en esta reutilización de aguas depuradas", explicó Vázquez, quien estuvo acompañada por la delegada territorial de la Xunta en la ciudad, Corina Porro.

Esta aguas residuales, una vez depuradas, tiene un tratamiento extra de regeneración gracias a tres filtros así como depósitos especiales de almacenamiento. Esto, precisó la conselleira, significa que la empresa concesionaria del agua en Vigo podrá reducir de manera notable su consumo de agua potable, reutilizando aguas depuradas para su propia producción. Y es que el destino final de estas aguas no será el consumo, sino que revertirán en el ámbito de la propia planta. Así, las aguas depuradas que se sometan a procesos de cloración se destinarán al riego de las zonas ajardinadas y a la limpieza mientras que las no cloradas se emplearán en sus procesos industriales.

Para tener todas las garantías sanitarias, Ethel Vázquez señaló que el departamento que dirige estableció un programa de analíticas "muy exigente" que prevé cada año, y de forma trimestral, un mínimo de 500 resultados analíticos cuyos resultados deben ser remitidos a Augas de Galicia. La conselleira destacó que esta iniciativa permitirá conseguir un ahorro de agua equivalente al consumo de 3.500 personas, 170.000 metros cúbicos anuales. Y es que antes de la aprobación de esta medida y su futura puesta en marcha fue necesario asegurar el control sanitario en todo el proceso de regeneración, ya que al tratarse de la reutilización de aguas residuales "no puede hacerse sin cumplir estrictos controles".

Esta iniciativa en materia de depuración y abastecimiento de aguas ya fue trasladada al Concello vigués, que tendrá un plazo de 10 días para aceptar la resolución o presentar las respectivas alegaciones.

A este respecto, el Gobierno local ya se pronunció ayer reprobando que la autorización para poner en marcha estos procedimientos tuviese lugar esta semana pese a que lo han reclamado desde 2017. Afirman que "si la Xunta actuase con diligencia y activase el pertinente permiso", la EDAR podría haber desarrollado estos procesos desde hace "mucho tiempo". El Ayuntamiento incidió asimismo en que "todas" las plantas de este tipo utilizan aguas regeneradas en los procesos de depuración que no conllevan un contacto directo con el ser humano y apuntó que la EDAR de Lagares ha funcionado de ese modo desde su puesta en marcha.