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Las denuncias de lesiones por O Marisquiño suman ya 330 víctimas

Casi un año después, el Juzgado de Instrucción 3 sigue recibiendo nuevas demandas - El plazo finaliza el próximo 13 de agosto

Los bomberos buscan heridos tras el desplome del pantalán de As Avenidas. // Alba Villar

Casi un año después del desplome del pantalán de As Avenidas durante la madrugada del concierto final de O Marisquiño, el Juzgado de Instrucción 3 de Vigo sigue recibiendo denuncias por lesiones. Tras la primera avalancha de demandas, el goteo de casos es continuo y casi todos los días se presentan nuevas demandas: ayer ingresó una nueva.

De las 467 personas que resultaron heridas, casi todos jóvenes que acudían al concierto, unas 330 han optado por acudir a la vía judicial y, la mayoría, ya han ratificado sus denuncias aunque los más rezagados todavía disponen de otras dos semanas más si deciden personarse. El plazo para reclamar concluye el próximo día 13 de septiembre, coincidiendo con el primer aniversario del siniestro. La magistrada ha abierto una pieza separada por cada afectado, lo que conlleva un arduo trabajo que está a punto de finalizar.

Declarada causa compleja, dado el elevado número de afectados, el Juzgado de Instrucción 3 trabaja sin descanso: los perjudicados deben ratificar en sede judicial la denuncia inicial presentada en comisaría y entregar el parte de lesiones del centro donde fueron asistidos. Después, deben someterse a un examen médico, por lo que los forenses del Imelga todavía continúan con los reconocimientos e informes individualizados.

El próximo mes de septiembre está previsto que los peritos designados por el juzgado para analizar las causas del desplome del muelle de As Avenidas, defenderán ante las partes que el muelle colapsó por su deterioro. En su informe, entregad ya al juzgado, exponen que todo el muelle entablonado de As Avenidas carece de las "mínimas garantías de seguridad" y el desplome de la estructura durante el concierto no se debió al peso de los cientos de asistentes, sino al deterioro del hormigón por el contacto con el medio marino y la falta de mantenimiento casi desde su construcción en 1978.

Unas deficiencias que en los últimos meses han llevado a nuevos desplomes en la zona.

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