Alberto Núñez Feijóo no comparecerá en el Parlamento para explicar los porqués de la designación de Corina Porro como delegada de la Xunta en Vigo, una vez situada al frente de la gestora del PP en la ciudad, y tras las acusaciones de la oposición de estar "instrumentalizando" las instituciones autonómicas para fines partidistas. Así lo decidió ayer la Diputación Permanente de la Cámara. El PPdeG hizo valer su mayoría en el órgano para tumbar la propuesta -formulada por PSdeG y En Marea- de convocar un pleno extraordinario para que el presidente de la Xunta rindiera cuentas por la designación. Todos los grupos de la oposición votaron a favor menos el BNG, que decidió abstenerse para no entrar en una "batalla de gallegos", según detallaron.

El portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, denunció la intención de la Xunta de solventar "un problema serio del partido" en Vigo utilizando las instituciones a su favor. "Detrás de estos movimiento hay intereses de partido o personales", añadió Antón Sánchez, de En Marea. El PPdeG, por su parte, calificó la solicitud de "atípica" y "desproporcionada" y defendió que la situación "no es lo suficiente grave" como para reunir al pleno.