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Sinaí llega al final de su periplo judicial

El Gobierno deniega su indulto y una jueza de Vigo le da 48 horas para entrar en prisión -El "rey de los gitanos gallegos" debe cumplir casi 3 años por el conflicto con los "zamoranos"

Sinaí Giménez a la salida de los juzgados de Pontevedra // RAFA VÁZQUEZ

Ya no hay vuelta atrás. Sinaí Giménez, jefe del clan de Los Morones y "rey de los gitanos gallegos" tiene 48 horas de plazo para ingresar en prisión y cumplir la condena de 2 años y 9 meses de cárcel impuesta por el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo por amenazar de muerte al "zamorano" Felipe Salazar en el mercadillo de Redondela el 6 de noviembre de 2015. Con él fueron condenadas también dos de sus hermanas y una sobrina a penas de un año y 9 meses.

La sentencia, dictada hace algo mas de un año, es la primera firme contra Sinaí por el conflicto que enfrentó a gitanos gallegos y zamoranos en los mercadillos de la provincia de Pontevedra. Pero los numerosos recursos presentados por sus abogados, frenó hasta ahora la ejecución de la pena. El Gobierno ha denegado el indulto que solicitó para eludir la cárcel y la magistrada de Penal 3 de Vigo considera agotada ya la vía judicial.

En realidad, el "rey de los gitanos gallegos" tenía que haber entrado ayer en prisión, pero acudió a los juzgados de Vigo acompañado de su familia más próxima -madre, mujer, hijos y varios de sus hermanos- y su abogada para presentar nuevas alegaciones que retrasaran su llegada a A Lama.

En esta ocasión y tras más de tres horas de reuniones y recursos ante la magistrada que le condenó, con la que su madre pidió reunirse para implorarle por su hijo, consiguió tan solo una prórroga de dos días. Si mañana no entra voluntariamente en el centro penitenciario, se ordenará su búsqueda, detención e ingreso en prisión.

En esta ocasión, salvo imponderables, el final del laberinto judicial del "rey de los gitanos" es la cárcel. No ha podido eludirla, algo que si consiguió el pasado 1 de julio en Pontevedra, cuando mediante un acuerdo con la Fiscalía aceptó 4 años de prisión por la reyerta multitudinaria con los "zamoranos" en el mercadillo de Cangas, aunque la pena se suspendió con la condición de que no vuelva a delinquir en los próximos cinco años. Como el conflicto de Redondela fue en fechas posteriores al de Cangas, aunque se juzgó y condenó antes, no tenía antecedentes y se le pudo suspender la pena.

Pero al jefe del clan de Los Morones todavía le quedan varios juicios pendientes tras las múltiples denuncias que desencadenó el violento enfrentamiento de los mercadillos y, en caso de ser condenado, su estancia en prisión se prolongará.

A la vuelta del verano Sinaí Giménez y cinco de sus familiares volverán al banquillo de los acusados en Pontevedra. En el juicio, suspendido en junio por la ausencia de varios hermanos de Sinaí -entre ellos Juan Paulo, buscado por el tiroteo en una pedida de mano "zamorana" en O Porriño- deben responder por la agresión a un abogado y a seis guardias civiles en el exterior de los juzgados de Tui en marzo del 2014. Están acusadas de delitos de atentado, obstrucción a la justicia y lesiones. La Fiscalía pide penas de entre año y medio y seis años y medio, en función de cada caso.

Pero la causa más grave contra Los Morones es la que sigue todavía en fase de instrucción en el Juzgado de Cangas tras una querella de la Fiscalía en 2016 al considerar que la familia imponía su ley en los mercadillos ambulantes bajo amenazas de muerte y destierro. Varios "zamoranos" son testigos protegidos. Por esta causa Sinaí y sus hermanos estuvieron un tiempo en prisión provisional.

Este gran golpe al clan puso fin al enfrentamiento que arrastraban Morones y zamoranos, que además de agresiones y peleas en mercadillos, incluye un tiroteo con un zamorano herido en la VG-20 que no se esclareció. Tres años después de su arresto por presunto blanqueo, extorsión y organización criminal, Los Morones siguen sin poder acudir a los mercadillos como medida cautelar.

Sinaí Giménez, que sucedió a su padre como "rey de los gitanos gallegos" , tiene además abierta una causa judicial en Salamanca tras ser detenido con 3 kilos de hachís en el coche que conducía acompañado por su secretario habitual el pasado mes de mayo.

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