El Ayuntamiento de Vigo está logrando algo que muchas familias ansían: reducir la factura eléctrica. El consumo de luz lastra los bolsillos de los españoles año a año sin que muchos logren dar con la receta -a veces casi mágica- que les permita rebajar este importante gasto fijo. El que sí parece haber dado con el interruptor adecuado es el Concello olívico. En la última década ha logrado reducir el consumo eléctrico casi un 20%. Y, quizás lo más importante, sin verse obligado a dejar a oscuras a la ciudad, sino todo lo contrario. Lo ha conseguido multiplicando la iluminación. Eso sí, apostando por luminarias más eficientes, como las led o las de vapor de sodio. A día de hoy está consumiendo 7,4 millones de kw/h al año menos que en 2008. Sin embargo, en ese mismo periodo incorporó 7.000 nuevos puntos de luz.
La última factura del Concello de Vigo (2018) se cerró con 34,7 millones de kw/h consumidos. Es la más baja de al menos los últimos once años. Ni si quiera la explosión de iluminación navideña y los 9 millones de leds con los que el alcalde viralizó a la ciudad y sus Navidades provocaron que se disparara el gasto. Todo lo contrario. De hecho, solo en el último ejercicio consiguió un ahorro económico de 600.000 euros respecto al ejercicio anterior.
Si se compara con hace una década, el gasto económico es ligeramente superior, si bien es cierto, en ese periodo también se ha disparado el precio de la electricidad. De mantenerse en los mismos niveles que en 2008, el ahorro habría sido a día de hoy de más de 800.000 euros. Sin embargo, la variación al alza del precio de la energía provoca que pese a estar consumiendo un 20% menos, esté abonando a final de año 390.000 euros más que entonces.
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Pero, ¿cuál es la receta que le está permitiendo rebajar la factura eléctrica? Por un lado -y probablemente lo más importante- está su plan de intervención sobre el alumbrado público. Es la partida más cuantiosa, ya que supone más del 50% de la factura municipal. Una de las medidas más importantes que tomó fue la de reducir la potencia contratada, lo que pudo realizar gracias a su apuesta por luminarias más eficientes. A día de hoy Vigo cuenta con 48.713 puntos de luz. De ellos, en torno a un 20% ya son led. Y más de un 70% son lámparas de vapor de sodio, más eficientes y menos contaminantes que las antiguas de vapor de mercurio que han ido desapareciendo paulatinamente de la ciudad.
Pero además, se han ido instalando relojes astronómicos que permiten que el encendido de las farolas en la ciudad sea más racional y que solo se activen cuando el sol se ha marchado y son realmente necesarias. Antiguamente todas se activaban al mismo tiempo aunque en muchas zonas de la ciudad todavía brillara la luz del día.
Energías renovables
Pero el Concello también ha ido dando importantes pasos en los últimos años en lo que a energías renovables se refiere con la incorporación de pequeños aerogeneradores como los de O Vao o Samil, paneles fotovoltaicos o instalaciones solares de las que presumen ya dependencias municipales como el propio edificio del Ayuntamiento o sistemas térmicos que están operativos en piscinas como la del Carmen u O Berbés, entre otros sistemas.
El ahorro que ha conseguido en la última década el Concello es de tal calado que sería suficiente para iluminar todo el centro de la ciudad durante seis meses consecutivos. La zona conocida como Vigo Centro consume cada ejercicio aproximadamente 16 millones de kw/h. El consumo eléctrico respecto a 2008 se redujo en más de 7 millones de kw/h.
Tras el alumbrado público, que supone actualmente un 57% de la factura eléctrica municipal y representa un gasto de 2,8 millones de euros anuales, se sitúa la partida de dependencias como el Concello, bibliotecas o asociaciones vecinales (981.000 euros); las instalaciones deportivas (539.000); los centros docentes y guarderías (496.000); los semáforos (68.000) y otras instalaciones como radares, bombeos y riegos (54.395).
