La gran noche de Bouzas, la de los fuegos que motean de color el cielo negruzco del verano, se subió ayer al tren de la Historia. Así, con mayúsculas. El espectáculo pirotécnico que cada año atrapa las miradas del barrio y de la ría rindió homenaje a dos grandes efemérides: el quinto centenario de la primera vuelta al mundo, capitaneada por Elcano y Magallanes, y los recién cumplidos 50 años de la llegada del hombre a la Luna gracias a la intrépida misión del Apolo 11, con Armstrong, Aldrin y Collins en la nave.

En la decimoquinta edición de su Festival Piromusical, Bouzas evocó la aventura, el espíritu valiente, la conquista y la exploración de otros confines en una función de 27 minutos de duración, dividida en cuatro actos de entre cuatro y seis minutos, y bautizada -como no podía ser de otra manera- bajo el título de "500 mares e 50 lúas".

El alcalde 50 años de la llegada del hombre a la Luna intervino para destacar que los fuegos de Bouzas eran los mejores del mundo y añadió que "a los que estais en la zona, el próximo año tendréis el mejor paseo que tuvo nunca porque a Vigo y a Bouzas nada se nos resiste".

Todas las circunstancias concurrieron para el disfrute. La noche, plácida, templada, hizo su parte para que brillaran los 500 kilos de pólvora arrojados desde el puente que cruza la bahía, cortado en uno de sus carriles al tráfico ya desde la mañana para la puesta a punto de todo el dispositivo de la tirada.

Refuerzo en la seguridad

Después del incendio que calcinó 16 vehículos en la terminal Ro-Ro de Bouzas y afectó a otros 40, en la Cofradía del Santísimo Cristo de los Afligidos -los organizadores de los festejos del barrio- quisieron minimizar al máximo cualquier riesgo. Así pues, una vez mantenidas varias reuniones a lo largo del fin de semana, se consiguió reforzar la prevención con el despliegue de dos camiones de bomberos (uno de ellos en la propia Zona Franca), y un equipo compuesto por hasta treinta personas que se encargaron de despejar y controlar, entre otros cometidos, los accesos a los pantalanes y otros puntos sensibles. En la Cofradía insistían: los cambios no se promovieron por la existencia de posibles fallos tras los incendios, sino que se buscó proyectar una mayor sensación de seguridad para el festival.

Lo contrario habría desmerecido meses de preparativos. Habría emborronado un espectáculo que no se redujo única y exclusivamente a la pólvora y al fulgor de los fuegos. Durante el festival sonaron piezas clásicas de Tchaikovsky o Kórsakov, y solo en la traca final Bouzas se soltó la melena con una composición de grandes éxitos del rock, a cargo de grupos como AC/DC. Fue el broche más heavy a un espectáculo que por lo demás también contó con la lectura en off de textos seleccionados de Antonio Pigaffeta, el noble renacentista italiano que se enroló en la aventura de la circunnavegación de Magallanes. "Penso que ninguén no futuro vai aventurarse a emprender unha viaxe semellante", se escuchó por los altavoces.

En todo el barrio, en las playas, en zonas altas como O Castro, miles de personas enfocaron la vista al cielo para dejarse llevar por la recreación y asistir a una de las citas marcadas en rojo en el calendario estival de Vigo, junto con la tradicional procesión del Santísimo Cristo de la Victoria.

Entre bambalinas, el espectáculo llevó el sello en la dirección artística de Eva Xaraiva, de la pirotecnia Xaraiva, y para su diseño se contó con la colaboración del director de la Coral Casablanca, Óscar Villar, a cargo de la selección de lmúsica; y de Juan Caballero, periodista y fotógrafo, quien puso la voz en off a los textos, también gracias al apoyo prestado por la Fundación Nao Victoria.

Hoy Bouzas continúa sus fiestas con la procesión de Nuestra Señora do Carme y verbena a cargo de la orquesta La Dimensión.