La revisión rutinaria de un examen en la facultad de Económicas que acabó con el profesor lesionado, sentará en el banquillo de los acusados a una joven universitaria y a su madre, acusadas de agredir con un paraguas al docente en su despacho, donde le habrían encerrado descontentas con el suspenso tan bajo que recibió la estudiante. El Juzgado de Instrucción 4 de Vigo considera concluida la investigación y ha solicitado la apertura de juicio oral contra madre e hija por un delito de atentado y otro de lesiones. Fija, además, una fianza conjunta y solidaria para ambas de 1.100 euros.
La Fiscalía solicita que se imponga a las dos acusadas, naturales de Lugo, la condena de 2 años de prisión a cada una por el delito de atentado y una multa individual de 8 meses, a razón de una cuota diaria de 6 euros, lo que supone 1.440 euros. Como responsabilidad civil reclama para el herido una indemnización de 710 euros por las lesiones causadas.
La acusación particular, que ejercita el docente agredido, califica los hechos como un delito de atentado en concurso con un delito de lesiones y eleva a 3 años la petición de prisión, con una multa de 3 meses a razón de 55 euros diarios por las lesiones. Reclama además, que se imponga a las acusadas una orden de alejamiento del profesor durante 5 años, así como una indemnización de 3.000 euros por las lesiones y el daño moral causado y 400 euros como importe de las gafas que tuvo que reponer. Ambas acusaciones interesan la imposición de las costas del juicio a las acusadas.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 12 de la mañana del pasado 31 de enero. La universitaria A.M.M.S. tenía una cita para la revisión de un examen del grado de Administración y Dirección de Empresas con el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Vigo que le había suspendido.
A la reunión en el despacho del docente se presentó con su madre, momento en que según las acusaciones, éste les indicó que sólo atendería a la alumna y que la progenitora debía esperarla fuera. Momento en que la estudiante manifestó que iba a presentar una queja en el Decanato, a lo que el profesor le manifestó que le parecía bien. La joven, según la versión del docente, "se enfureció" y le gritó "voy a traer al decano y te vas a enterar", abandonando madre e hija el despacho.
La Fiscalía sostiene que unos veinte minutos después regresó la alumna sola y de forma educada empezó a revisar el examen. Al marcharse cogió las llaves que había en la puerta y cerró el despacho, si bien el profesor logró salir porque tenía otro juego y pidió en Conserjería que cambiasen el bombín porque una chica se había llevado un juego de llaves.
El docente regresó a su despacho y, unos diez minutos después, se presentaron las dos mujeres. La alumna, siempre según la acusación, blandía un paraguas pequeño, de unos 40 centímetros, con el que le propinó varios golpes en el lado izquierdo del cuerpo, mientras la madre lo acorralaba para evitar que se marchara. Las gafas del profesor saltaron por el aire y sufrió una herida sangrante en la nariz y erosiones en la mano izquierda. Finalmente el profesor llegó a la puerta y se metió en el despacho de otro compañero a la vez que pedía que avisaran a la Policía mientras las dos supuestas agresoras se marchaban. Fuentes próximas al caso afirman que la universitaria y su progenitora intentaron llegar de forma infructuosa a un acuerdo económico con el docente para evitar el juicio.
