La UVigo lidera la transferencia del conocimiento tecnológico al tejido empresarial gallego para impulsar la economía y mejorar el día a día de los ciudadanos. Cuatro de los siete proyectos seleccionados por el programa Ignicia de la Xunta en sus dos primeras convocatorias pertenecen al centro atlanTTic, que agrupa a los investigadores de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación. Y otro de los elegidos para dar el salto a una idea de negocio está liderado por el centro tecnológico Gradiant, con sede en el campus e intensas relaciones con la Universidad.
Las dos iniciativas surgidas de atlanTTic en la primera convocatoria de 2017 ya han dado lugar a dos spin-off: Ancora, cuyas aplicaciones aprovechan las potencialidades de los smartphones; y Alén Space, que ofrece soluciones integrales relacionadas con los nanosatélites, desde la consultoría y el diseño hasta su fabricación y operación.
Y en el ámbito de la bio-salud también se impulsó la empresa BioFast por parte del grupo de Nuevos Materiales para la obtención y comercialización de biomateriales de origen marino con aplicación a la regeneración ósea.
La segunda convocatoria de Ignicia, que estará vigente hasta 2020, seleccionó 7 proyectos entre un total de 48 aspirantes. Y dos de ellos volvieron a salir de los laboratorios del centro atlanTTic. Se trata de Aidfork y Radiouav, liderados por Fernando Pérez y Borja González y con una financiación conjunta de más de 700.000 euros para comercializar soluciones de análisis forense digital, por un lado, y aplicadas a la detección de elementos situados bajo tierra desde drones, por el otro.
"Los proyectos son seleccionados por evaluadores externos y que la Universidad de Vigo salga muy bien parada es una gran noticia. Con este programa, la Xunta está reconociendo que tanto las universidades como los centros tecnológicos de Galicia están haciendo investigación equiparable a la que se desarrolla en España y a nivel internacional", destaca el catedrático Fernando Pérez.
También alude a la complejidad que conlleva transferir, ya que la calidad de la carrera investigadora se mide casi exclusivamente por las publicaciones. "Si solo nos quedamos en los artículos difícilmente devolveremos a la sociedad lo que nos ha dado. Tiene que haber investigación básica, por supuesto, pero los ingenieros casi tenemos la obligación de tratar de llevar lo que hacemos al mercado. Por eso es importante que existan estas ayudas.", celebra.
El potencial de la escuela y del centro de investigación en tecnologías de telecomunicación atlanTTic también se vio reconocido hace unas semanas en el prestigioso ranking de Shanghái por disciplinas, que incluía la UVigo entre las 200 primeras universidades del mundo entre un total de 300 incluidas.
La institución olívica es la cuarta entre las españolas y portuguesas que imparten esta rama de conocimiento, solo por detrás de las Politécnicas de Cataluña y Valencia y de la Carlos III de Madrid.
Desde atlanTTic también destacan la aportación de sus investigadores a la clasificación en el área de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, donde la UVigo también se sitúa entre las 200 primeras y es la sexta de España tras la Politécnica de Cataluña, Extremadura, Sevilla, Valencia y Granada.
