La Policía Local comienza poco a poco a delegar en los semáforos la regulación del entorno de Gran Vía. Frente a los 24 agentes que según fuentes oficiales se destinaron en los primeros días tras el corte de tráfico, ahora ya hay solo dos patrullas (cuatro policías). El primer día todos los cruces de esta arteria, así como en las calles aledañas, había guardias para tratar de aligerar la circulación. Sin ellos el centro de la ciudad habría colapsado. Pero ahora la mayoría de semáforos pueden gestionar buena parte del tráfico sin problemas. Los agentes se mantienen en las intersecciones más conflictivas: Gran Vía con Venezuela, María Berdiales y Urzáiz.

Los mayores problemas se están produciendo precisamente desde el túnel de Plaza de España hasta el cruce con Venezuela. La cola está llegando casi todos los días hasta el subterráneo. De momento -y este es uno de los temores de los responsables de Tráfico- no ha alcanzado la parte superior de la plaza, lo que provocaría un importante problema circulatorio.