El censo local no es inmune a las tensiones de la política internacional. La crisis que atraviesa Venezuela, con un serio problema de desabastecimiento, ha llevado a cientos de compatriotas de Nicolás Maduro a hacer las maletas y poner rumbo a Vigo. El crecimiento de la colonia venezolana en la ciudad es incontestable y avanza a una velocidad difícil de comparar con la de cualquier otro colectivo: en 2017 el Concello contabilizaba 659 vecinos, un año después eran 939 y a principios de 2019 su número repuntaba ya hasta los 1.420. Tras un crecimiento del 51% en el último año la colonia venezolana habría duplicado su volumen con respecto a 2017.
Ese repunte los convierte de hecho en uno de los principales colectivos extranjeros en la ciudad, solo superado por los portugueses (1.823) y por delante de los brasileños (1.401), rumanos (1.157) y colombianos (999). Destacan también los italianos (706), senegaleses (640), peruanos (598), chinos (517), uruguayos (504) y argentinos (490). En la ciudad hay 10.495 residentes no comunitarios y 4.784 comunitarios.
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