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Los aficionados gestionan mejor que el jeque

Un estudio realizado en la UVigo demuestra que los clubes de fútbol con una propiedad repartida obtienen mejores resultados financieros y deportivos que los que tienen un inversor mayoritario

Luis Carlos Sánchez en el Congreso de Economía del Deporte celebrado en Gijón. // Juan Plaza

Los aficionados del Málaga CF conocen muy bien cómo la providencial llegada de un jeque puede acabar en pesadilla y hacer descender al equipo, junto con sus ilusiones, hasta la Segunda División. El economista Luis Carlos Sánchez Martínez aporta datos incontestables a este debate de actualidad sobre la influencia de la propiedad en los clubes europeos para concluir que cuando está repartida entre varios accionistas la gestión es más eficiente, se obtienen mejores resultados deportivos y los seguidores disfrutan de abonos más baratos.

El experto analizó los 20 principales equipos europeos de las ligas de España, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia a partir del año 2000, cuando aumenta la concentración de la propiedad en manos de inversores extranjeros.

"El sentir general de aficionados y medios deportivos es que la llegada de un gran inversor puede ser positiva, pero este estudio demuestra que no es así. Los equipos no mejoran ni en el ámbito financiero ni en el deportivo y ven afectada su viabilidad futura", destaca Sánchez, cuyo trabajo constituye su tesis doctoral por la Universidad de Vigo bajo la dirección de Ángel Barajas y Patricio Sánchez.

El economista confía en que los resultados de su trabajo académico lleguen a los aficionados -cita el actual proceso de venta de acciones del Sevilla- y también a los políticos. "Había un problema en el mundo del fútbol y se legisló de manera equivocada. Está claro que la ley actual, que viene de los 90, fue un fracaso. Queda demostrado que arrebatar los equipos a los aficionados no funcionó. Los datos refrendan que vender a grandes accionistas supone una pérdida en todos los sentidos", subraya.

El economista admite que el hecho de que la gestión de un club sea mejor cuando está en manos de un grupo depequeños accionistas parece "contra intuitivo", ya que en el mundo de la empresa ocurre generalmente lo contrario.

"La existencia de muchos propietarios en las compañías suele originar una peor gestión y una pérdida de la eficiencia. Pero también hay casos en los que el accionista mayoritario busca obtener rentas extra a costa de los pequeños accionistas. Y esto es lo que ocurre en el mundo del fútbol", explica.

Sánchez, que estudia los clubes europeos desde hace varios años desde una perspectiva económica, los compara con las cajas de ahorro españolas, sobre las que también ha realizado algunos trabajos. "Cuando desaparecieron se destruyó un capital intangible. Su gestión fue absolutamente nefasta y con problemas de gobierno parecidos a los de los equipos de fútbol. En ambos casos, se trata de entidades muy vinculadas a sus territorios y en las que el ánimo de lucro no es la única meta. Y esto es lo que hace más compleja la gobernanza. El problema es cuando empiezan a desvincularse de su entorno y solo quieren beneficios", apunta.

En los últimos años, varios magnates chinos y algún que otro inversor de origen árabe han puesto sus ojos sobre el fútbol español y adquirido de forma mayoritaria clubes como el Valencia o el Español. Un proceso que arrancó mucho antes en la Premier League y que también tiene lugar en el resto de Europa.

"Pero en todos los casos analizados de las cinco principales ligas, salvo algún caso de mejora, la concentración de la propiedad tuvo efectos negativos en la gestión y el rendimiento deportivo. La llegada de un jeque con mucho dinero suele ser aplaudida porque se entiende que mejorará la gestión, pero ocurre lo contrario. Los aficionados compran acciones para apoyar a sus equipos, son personas implicadas en el entorno. Pero los inversores foráneos quieren controlar los clubes, legalmente pero por ánimo de lucro", sostiene Sánchez.

"En Italia la situación es muy similar a la de España. Inglaterra fue la punta de lanza y en Alemania van a un ritmo diferente porque tienen una norma que obliga a que ningún accionista tenga más del 49% de la propiedad. Aunque cada vez hay más excepciones y ahora mismo existe un debate y hay equipos como el Bayer que presionan para cambiar", explica.

Su tesis contribuye a arrojar luz en un debate donde a la razón le cuesta muchas veces imponerse tratándose de un deporte que genera tanta pasión: "Este trabajo quiere ir más allá de la academia y llegar a la sociedad. Hemos trasladado los resultados al movimiento federativo de aficionados. El embargo de las acciones de Lopera generó en su día una dispersión de la propiedad del Betis. Por tanto, es posible tomar decisiones positivas y, en momentos de crisis, no cambiar un inversor malo por otro peor".

"Ahora mismo hay cierto odio al fútbol moderno. Ya es imposible volver a los orígenes, al fútbol romántico en el que el abonado es más importante que los derechos de televisión. Pero sí podemos encontrar un punto intermedio con muchas cosas comunes a esa idea del equipo ligado al aficionado".

La tesis de Sánchez es la culminación de sus estudios en el máster en Gestión Empresarial del Deporte, que se imparte de forma exclusiva en Galicia en el campus de Ourense.

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