Una multa de 100 euros impuesta por la Autoridad Portuaria a una empresaria por vender excursiones a los turistas de los cruceros que hacen escala en la Estación Marítima, sin solicitar la correspondiente autorización, ha acabado en el Juzgado de lo Contencioso.

La afectada, coordinadora de las azafatas que se encontraban en la plaza del Nadador, alega que no se vendía nada, sino que se ofertaban excursiones que vende online y que se trata de un espacio de uso público, donde hay numerosos vendedores ambulantes sin licencia, si bien está catalogado como muelle por el Puerto.

La sancionada explicó que en numerosas ocasiones ayudan con el inglés a los Policías Locales que están en la zona. El Contencioso tiene ahora la última palabra en el conflicto.