Final del dilema: Emenasa ganará la concesión de Beiramar que todavía luce en la fachada de una ruinosa nave el nombre de la empresa que la construyó, Frigoríficos Berbés S.A. (Fribesa). En la evaluación realizada por la Autoridad Portuaria de las dos únicas ofertas para ocupar la parcela que sacó a concurso tras renunciar la cadena de alimentación Lidl, la presentada por el grupo naval figura como clara favorita frente a la de Comercial Pernas (Coper). Así que salvo sorpresa mayúscula, el Consejo de Administración aprobará esta mañana el nombre del adjudicatario delante del máximo responsable de la compañía, José García Costas, quien asiste en calidad de consejero del cónclave portuario.
Desde el 30 de mayo, cuando venció el plazo para optar a esta concesión con solo estas dos propuestas, en Praza da Estrela asumían que la elección de la ganadora estaría muy reñida. Ambas compañías gozan en sus respectivos sectores de la máxima consideración, cuentan con importantes planes de expansión en marcha y para equilibrar todavía más la balanza, tanto a una como a otra, el solar vacío les queda al lado de sus sedes: a Emenasa, pared con pared; y a Coper, al otro lado de la calle -Severo Ochoa- donde está a punto de inaugurar el Centro Loxístico Porto de Vigo (CLPV) y a menos de 500 metros de la otra empresa donde actúa como accionista, Atunlo.
En principio tampoco parecía que las ofertas entregadas al Puerto se diferenciasen tanto como para aventurar que acabaría destinada al sector naval. Incluso al contrario. Quienes conocen los detalles de las dos subrayan los atractivos del proyecto elaborado por la pesquera, que con una fuerte inversión transformaría el inmueble destruido por una sucesión de incendios en un frigorífico tecnologizado y de cuidada estética exterior, en sintonía con lo que hizo sobre las antiguas concesiones de Pescanova y Pesca Puerta, ubicadas entre Beiramar y Jacinto Benavente. Pero casi dos meses después de deliberaciones, el planteamiento de Emenasa, consistente en una ambiciosa ampliación de sus talleres, consiguió la "máxima puntuación" de la mesa de contratación.
Del presidente de Barreras
En esta evaluación tan favorable al proyecto de la empresa del también presidente del Consejo de Administración del astillero Barreras influyó la generación de empleo y que se justificase la necesidad de la concesión en la escasez de espacios portuarios de similares características que propicien el crecimiento del sector naval. Estos ingredientes contaron entre esos "otros datos o circunstancias que puedan ser de interés para la Autoridad Portuaria, en función del mayor interés público de la oferta", uno de los conceptos valorados con 20 puntos, según lo reflejado en el pliego de condiciones del concurso donde la memoria de las obras a realizar y sus efectos en la creación de tráficos marítimos sumaba 50, y otros 30 puntos, la potencial fuente de ingresos en tasas para el Puerto.
En la propuesta que aborda hoy el Consejo del Puerto sobre la resolución del concurso de esta concesión administrativa para ocupar estos 3.330 m2 consta un plazo máximo de vigencia de 40 años. Emenasa asumirá, además, el coste de la derribo de la destartalada nave.
