Cumpleaños con sabor a despedida. El Tribunal de Garantías de la Uvigo, el órgano destinado a resolver conflictos y ejercer de mediador en los campus, ha soplado este martes veinte velas en un acto conmemorativo que puso también un broche antes de su metamorfosis: con la modificación de los estatutos de la Universidad, se despojará de su carácter colegiado para convertirse en un Valedoría unipersonal, del estilo de los defensores del pueblo.

El fin de un ciclo, pues, al que Argimiro Rojo, responsable del órgano desde 2011 hasta la actualidad, ha querido homenajear haciendo balance: "Intentamos proporcionar calma y serenidad, legalidad y justicia, sin renunciar a la imparcialidad y la independencia", ha subrayado, en tiempos de turbulencias tras la crisis y la implantación de Bolonia. Desde su creación en 1999 el Tribunal ha tramitado más de 650 expedientes, la mayoría -un 76%- procedentes de alumnos. Entre las protestas más generalizadas, los roces por las notas de los exámenes y los sistemas de evaluación de las materias.

"Si no existiese una institución de garantías, habría que inventarla", ha enfatizado Rojo, catedrático de Ciencia Política, en emotivo discurso que ha tenido correlato en las palabras del rector, Manuel Reigosa, quien asumió que en ocasiones está bien que a las figuras de la autoridad de la universidad se les tire "de las orejas", si es en defensa "de aquellos que son más débiles". El órgano, dijo, "es absolutamente necesario porque somos seres humanos y alguno puede sentir que sus derechos no están bien considerados", ha agregado, sin dejar de expresar su confianza en que en el futuro la curva de protestas "tienda a cero", aunque errores "siempre los habrá".

El evento celebrado en el Cuvi, que ha estado amenizado por la música de Riobó & Pintos Dúo y que ha contado con la presencia de exrectores y defensores de otras universidades, ha proyectado un vídeo de repaso de la trayectoria del tribunal con protagonismo para sus componentes, incluido Luis Espadas, su primer responsable entre 1999 hasta 2011: "Los primeros pasos fueron difíciles", reconocía. Pero al final, hablan las cifras. Del total de expedientes tramitados, 479 partieron de los alumnos, 139 del personal docente e investigador (PDI) y 40 del personal de administración (PAS). El campus vigués, principal sede de la universidad, concentró siete de cada diez quejas.