Padre de un niño pequeño, marido de una joven también opositora -en este caso como administrativa-, profesor de mañanas y opositor de tardes o ratos libres. El día a día de Xosé Neira no deja lugar al descanso. "Terminas muy, muy cansado. Resultarealmente dificil poder compatibilizar tu familia, tu trabajo con una oposición es complicadísimo", sostiene.

Neira lleva más de diez años como docente, pero no con plaza fija, lo que le ha llevado a pasar en solo por año por hasta seis colegios diferentes. "Necesito lograr ka playa ya. Esta situación no es recomendable y si tuviera que elegir algo que cambiar del sistema sería sin duda este relación de contratos o sustituciones, así como el propio examen, ya que las calificaciones son muy subjetivas según el tribunal que te toque. Una prueba tipo test la vería mucho más correcta por ejemplo para la parte teoríca. Luega los casos prácticos me parece adecuados", matiza.

Reconce que este año viene "bien preparado" a pesar del revés sufrido en 2018. "De mi tribunal pasaron 21 y yo fui el 19", lamenta.