Era de esperar que un acto como el de ayer abarrotase el auditorio municipal del Concello de Vigo, donde se celebró la investidura de Abel Caballero. Entre representantes políticos, periodistas y público en general no cabía ni un alma en la sala en una sesión con apenas incidencias. La principal, cuando un grupo de personas reclamó en repetidas ocasiones al secretario municipal que hablase en gallego y que provocó que apenas se escuchase al funcionario público durante su intervención inicial. Pero salvo algún desafortunado comentario procedente del público, todo transcurrió con normalidad. Los primeros en subir al estrado fueron los siete ediles de la oposición. A los pocos minutos fue el turno de los socialistas, encabezados por Abel Caballero, que recibieron una sonora ovación del público.

Los 27 concejales, en riguroso orden alfabético, juraron sus cargos y tomaron posesión. La primera en hacerlo fue Yolanda Aguiar, uno de los nuevos "fichajes" de Caballero para su nuevo gobierno. Los ediles del PSOE y PP coincidieron en las palabras con las que juraron, sometiéndose al Rey, a la Constitución y al Estatuto de Autonomía. La nota discordante la realizaron Rubén Pérez y Oriana Méndez, de Marea de Vigo, que aseguraron que no renuncian a sus "principios republicanos", y el nacionalista Xabier P. Igrexas, que tampoco renunciará a sus "principios soberanistas". Carmela Silva, visiblemente emocionada durante las casi dos horas que duró la sesión de investidura, fue la última en jurar el cargo y no dudó en enviar besos desde el escenario a varias personas que estaban en el público.

No faltaron a la cita miembros de anteriores corporaciones. Concejales del PSOE como Cayetano García, Olga Alonso, Ángeles Marra o Chus Lago, que no repiten en el nuevo mandato, estuvieron en primera fila. Alonso, que deja el Concello tras ser elegida en las últimas elecciones generales diputada del PSOE por Pontevedra en el Congreso de los Diputados, aseguraba que seguirá "trabajando por mi ciudad, pero desde otro sitio". "Estos son mis compañeros y lo serán siempre", defendía en alusión al gobierno local. Chus Lago, que no repite como concejala porque se traslada a vivir a Estados Unidos, reconocía que va a "echar de menos esto y no podía faltar a este acto. "Ha sido un honor formar parte del Concello y haber trabajado al lado de este gran hombre", explicaba en referencia a Caballero.

Precisamente a Abel Caballero le costó abandonar el auditorio municipal tras recoger el bastón de mando. Las felicitaciones, peticiones de selfies, besos y apretones de manos llegaban por todos lados. Uno de los momentos más emotivos llegó cuando se abrazó con su esposa Cristina para celebrar otros cuatro años al frente del Concello de Vigo ante el aplauso de todos los que estaban a su alrededor.

En primera fila también estaba el delegado de Zona franca, David Regades, y el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, que no quiso perderse la investidura de su tío. "El resultado en Vigo es espectacular, por razones políticas y familiares, no podía faltar", explicaba el líder de los socialistas gallegos, que por la tarde acudió a la toma de posesión de Inés Rey como alcaldesa de A Coruña.

También hubo, no obstante, destacadas ausencias, algunas de ellas muy comentadas. Como la responsable del PP vigués los últimos cuatro años, Elena Muñoz, o la presidente de la gestora del partido y exalcaldesa Corina Porro. Sí estuvieron ediles populares que no estarán en la corporación en el nuevo mandato, como Diego Gago o Miguel Fidalgo. También acudió al acto Marián García, una de las concejalas electas del PP que renunciaron a su acta y que ahora es miembro de la ejecutiva de la comisión gestora.

Llamó la atención también que solo acudiese uno de los exalcaldes de la ciudad. Fue el nacionalista Lois Pérez Castrillo, que fue regidor en Vigo entre 1999 y 2003. "Que el BNG no estuviera en la corporación los últimos cuatro años se trata de una anécdota. Espero que el debate político piense en el futuro de la ciudad", deseaba el que fue sucesor de Manuel Pérez en la Alcaldía.

Quienes no acudieron al pleno de constitución de la corporación viguesa fueron los representantes de Ciudadanos y Vox, cuarta y quinta fuerza más votada en las elecciones municipales del 26 de mayo, y que no consiguieron ningún edil.