La Sección Quinta de la Audiencia Provincial con sede en Vigo ha puesto punto final al denominado caso Bautista, el mayor caso de estafas de un administrador de fincas a sus clientes en Galicia en los últimos años. La notificación de la sentencia ayer, da luz verde al pago de las indemnizaciones a los 80 afectados, entre los que figuran numerosas comunidades de vecinos y particulares. Todos ellos renunciaron al 20% de las cantidades estafadas, que sumaban 1.144.113,85 euros, para alcanzar un acuerdo con las aseguradoras AXA y AIG EUROPE, que se reparten de forma solidaria los pagos al 60 y 40% respectivamente.
El fallo de la Audiencia condena mediante un acuerdo de conformidad a cuatro años de cárcel y multa de 1.800 euros a Rafael Bautista y, a 2 años a su hija María, que tendrá que abonar 1.267 euros de multa por un delito de apropiación indebida.
El Tribunal considera probado que padre e hija, que se dedicaban a la administración de fincas y comunidades de propietarios a través de la mercantil Bautista Administradores Vigo SL, durante el periodo de diciembre de 2008 a febrero de 2013 "guiados por ánimo de ilícito beneficio", se apoderaron desviándolo y utilizándolo para sus propios fines de gran parte del dinero existente tanto en la cuenta única con la que operaban con numerosas comunidades, como en las respectivas cuentas de titularidad de las comunidades gestionadas por el sistema de cuenta propia.
Para ello "emitían recibos duplicados, librando talones contra dichas cuentas, así como realizando traspasos o transferencias desde las mismas que bien no se correspondían a deuda alguna de las comunidades, o bien no se aplicaban al pago de las deudas realmente contraídas por las mismas". Una situación que generó descubiertos en las cuentas de algunas de ellas, así como recargos que tuvieron que ser sumidos por las comunidades administradas.
La sentencia relata que los dos condenados se apoderaron también de partes del dinero procedente de los arrendamientos de los inmuebles que administraban, dejando de abonar gastos derivados de algunos de los mismos, lo que también generó recargos que tuvieron que asumir los propietarios.
Las comunidades afectadas se sitúan por todo el municipio, dado que Bautista era una conocida firma, y las cantidades estafadas pro perjudicado oscilan entre 2.000 y 87.000 euros, -caso de una comunidad del Areal. Las cifras más alta se corresponden con inmuebles ubicados en la calle Zamora (62.335 euros), en As Treixugueiras (58.603 euros), y varias de 54.000 y 61.000 euros situadas también en Areal. Los desfalcos a particulares alcanzaron en un caso los 20.661 euros y en otros superaron los 15.000 euros.
Una de las comunidades afectadas vio como una empresa recogía los andamios de la fachada sin llegar a realizar las obras de mejora contratadas aunque habían realizado una derrama. Bautista debía gestionarla, pero el dinero se había esfumado.
