Nudo a nudo e involucrando a más de 25 colectivos y numerosos ciudadanos particulares, la Asociación de familias de personas con parálisis cerebral (Apamp) ha tejido una red de trabajo, conocimientos, experiencias y, sobre todo, relaciones, con la que ayer tapizó el Paseo de Alfonso. "Enredando en la calle" es la tercera intervención artística que el colectivo realiza en las calles de Vigo para conectar con la ciudadanía y demostrar que tiene mucho que aportar.

Con ganchillo, costura, calceta, telar... Cualquier técnica fue válida para urdir el gran tapiz, con hilos y lanas de reciclaje, que han bautizado como "Aracne" y en el que llevan trabajando desde el mes de diciembre. Los usuarios de Apamp las aprendieron en el taller textil de la asociación y, a lo largo de estos meses, compartieron sus conocimientos con diferentes colectivos. Enseñaron a tejer con las manos a una decena de niños ingresados en el Hospital Álvaro Cunqueiro; unos 400 alumnos del colegio Pintor Laxeiro visitaron por grupos sus instalaciones para hacer sus propias piezas; compartieron una sesión con los reclusos del centro penitenciario A Lama que pidieron más material para seguir colaborando; dieron clases a las mayores de la residencia Ballesol; y hasta se subieron a un autobús a calcetar con diez trabajadores de Vitrasa. Otros colaboradores fueron la Fundación Igualarte, los Hermanos Misioneros de Teis, la Asociación Alento, la Fundación Aldaba, los centros educativos Manuel López Navalón, Xosé Fernández López, Illas Cíes, Rúa Aragón, la Asociación Novo Vigo...

En el suelo de la plaza frente al olivo centenario, ayer, extendieron todas estas piezas -firmadas por sus autores- y las unieron en una larga jornada de convivencia -de 11 a 19 horas-, amenizada con música, danza y poesía. Colgaron de los balcones coloridas y larguísimas "bufandas". Colocaron telares para continuar con la creación. Solo por la mañana, tenían confirmados más de 300 participantes.

"Es una red de trabajo en la que vale todo", explica la coordinadora del proyecto, Patricia Blanco. Cuenta que el objetivo del colectivo es darse a conocer: "somos gente haciendo cosas".

"Lo que buscamos es compartir experiencias con los ciudadanos, que nos vean que hacemos cosas, que podemos aportar, no solo recibimos", expone en la misma línea la gerente de Apamp, Conchi Somoza. Para lograrlo, apuestan siempre por la creatividad porque "no tiene tantos límites, es más libre para que no se juzgue". Otro de los objetivos conseguidos es el establecimiento de redes con los colectivos participantes. "Ahora nos conocemos y mañana podemos descolgar el teléfono", abunda. Subraya que es una manera "de ver que juntos hacemos más y mejor".

Isa Grossi es una de las usuarias de Apamp que aprendió a tejer en el taller de la asociación y se enganchó. "Relaja mucho, hace que te centres en eso y no estés pendiente de otras cosas", explica. Pero este proyecto representa mucho más para ella y sus compañeros. Con él han visitado a muchos colectivos, enseñándoles a calceta. "Sirve para que vean lo que las personas con parálisis cerebral somos capaces de hacer", explica y añade: "yo te puedo enseñar a tejer a ti y tú me puedes enseñar otras cosas a mí .Por eso esto significa tanto para nosotros. Es muy especial".