Si Peinador crece, la red aeroportuaria gallega también crece. Pero si el aeropuerto de Vigo cae , el cómputo global de pasajeros en Galicia también lo hace, o, como mucho, se estanca. Lo demuestran las estadísticas desde al menos 2007, año en el que la terminal olívica marcó su techo histórico: 1,4 millones de viajeros. Desde entonces, todos los años a excepción de 2010 y 2011, coincidiendo con el tirón del Xacobeo y las mayores subvenciones a aerolíneas en Santiago, el sistema de aeropuertos gallego siguió la misma tendencia que marcaba la terminal olívica independientemente de lo que ocurriera en Alvedro o Lavacolla. Si la demanda se desplomaba en Peinador, también lo hacía en Galicia. Y, si despunta -como lo ha hecho en los últimos tres años- los datos gallegos también lo hacen (ver gráfico).

La Xunta acusó esta semana al Concello de Vigo de haber "desestabilizado el sistema aeroportuario gallego" con las ayudas a aerolíneas -un portavoz oficial extendió ayer también la acusación a los Concellos de A Coruña y Santiago-. Pero este reproche contrasta con lo ocurrido en los últimos años. Entre 2009 y 2013, cuando el actual Gobierno de Feijóo asumió en exclusiva las competencias aeroportuarias y la negociación con las aerolíneas, Peinador se hundió hasta los 678.000 viajeros. Lo mismo ocurrió con el sistema aeroportuario gallego que, en paralelo a la terminal olívica, tocó fondo con 3,5 millones. En 2012 y 2013, por ejemplo, la Xunta no primó a ninguna compañía ni en Vigo, ni en A Coruña, pero sí subvencionó a Ryanair en Lavacolla con un millón de euros anual. A partir de ahí, comunicó su cese de apoyos a aerolíneas.

Y fue precisamente en ese momento, desde 2014, cuando Peinador pudo empezar a competir con ayudas similares a las que durante años habían recibido las otras dos terminales gallegas. Pero no del Gobierno autonómico, sino del Concello de Vigo. ¿Qué ocurrió? Peinador recuperó la senda del crecimiento y el sistema aeroportuario gallego, también.

Esta tendencia paralela demuestra lo que desde Vigo se denunció de forma reiterada: que la falta de potenciación de Peinador en favor de Lavacolla solo beneficiaba a Oporto. El "partido" se juega en el Sur de Galicia, no en el Norte. La evolución de la pista viguesa en el último lustro es un claro síntoma. Tras tocar fondo en 2013 (año en que también lo hizo la red gallega, pero no Lavacolla gracias a las subvenciones autonómicas) la demanda en el aeropuerto de Vigo, gracias a las ayudas a Ryanair o Air Nostrum por parte del Concello y la Diputación, comenzó a crecer como la espuma y en ese periodo pasó de solo 678.000 viajeros a más de 1,1 millones. ¿Qué ocurrió con las otras dos terminales gallegas? Que no se vieron afectadas como sí se vio Peinador durante los años en los que se le negaron ayudas o se le concedieron en menor medida. Pero además, el sistema aeroportuario gallego marcó su máximo histórico de viajeros dos años consecutivos: 4,8 millones en 2017; y más de 5, en 2018. Sin el empuje de Peinador hubiera sido imposible para Galicia alcanzar esas cifras.

Centralidad

Pese a los esfuerzos de los sucesivos gobiernos autonómicos (desde el de Fraga, pasando por el bipartito PSOE-BNG hasta el actual de Feijóo) por primar en mayor medida a la terminal de Santiago bajo un supuesto argumento de centralidad, la demanda de viajeros en Galicia. Solo ahora, cuando las tres terminales gallegas comenzaron a competir en igualdad de condiciones -Peinador sigue siendo históricamente el que menos ayudas ha recibido de los tres- la red de aeropuertos de Galicia comienza de nuevo a crecer. Y lo hace en buena medida porque los apoyos municipales a Peinador están permitiendo frenar a parte de los cientos de miles de viajeros que cada año se estaban fugando por Sá Carneiro por la falta de potenciación del aeropuerto de Vigo.

Por otra parte, el alcalde, Abel Caballero, volvió a acusar ayer a la Xunta de financiar a Ryanair para que se fuera a Santiago, algo que el Gobierno gallego niega. "Afirmo taxativamente que la Xunta sigue dando ayudas al aeropuerto de Santiago, lo hace a través de Turgalicia y de forma opaca. Con el dinero de toda Galicia y a través de chiringuitos, la Xunta y el señor Feijóo apoyan vuelos en Santiago", sentenció.