Lejos de convertirse en una problemática excepcional, los suicidios ya se han convertido en una cuestión con cada vez más trascendencia desde el punto de vista de la salud pública. El servicio de Psiquiatría del área sanitaria de Vigo que dirige el doctor José Manuel Olivares ha detectado en los últimos meses un notable incremento en el número de consultas por depresiones, salud mental o conductas que pueden inducir al suicidio. "Tenemos muchísima demanda. El volumen de personas que demandan nuestros servicios es altísimo y se ha multiplicado enormemente. Nos encontramos con dificultades para atenderlos. Es un tema que preocupa y al que hay que darle solución. Los casos se han disparado y los especialistas seguimos siendo los mismos", aprecia el facultativo del Chuvi.

Como en casi toda patología, la prevención y diagnóstico es clave. En ello trabajan de forma conjunta profesionales de psiquiatría y médicos de Familia del Chuvi así como médicos forenses de la subdelegación de Vigo del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). Desde enero lleva trabajando en un protocolo con el objetivo de contextualizar estas situaciones con el objetivo de avanzar en su prevención evitando así conductas autolíticas. "Iniciamos un protocolo para tratar de contextualizar familiar o socialmente a estas personas con el fin de avanzar en la prevención. Se trabaja desde los médicos de cabecera, psiquiátras y demás profesionales. Desde el Imelga facilitamos datos de las familias que han sufrido una pérdida por conductas autolíticas al Sergas para analizar y estudiar su entorno y circunstancias", señala José Luis Gómez, jefe de Patología Forense del Imelga en Vigo.

Su última memoria -relativa al año 2018- arroja una cifra de 50 personas que se quitaron la vida, número semejante al de años anteriores que si bien no genera una situación de alarma por el incremento de casos, tampoco deriva en un descenso de los mismos. "Los datos o estadísticas relativas a muertas clasificadas como suicidio siempre hay que tomarlos con cautela, porque es complicado certificarlo en determinados casos, como por ejemplo en fallecimientos por intoxicación por drogas. Lo que sí vemos como tendencia es que en el 80% de los casos suicidas hay detrás una depresión", aclara el patólogo.

Uno de los grandes problemas de estas patologías pasa por la falta de un plan de actuación unificado que acuerde cómo tratar cada caso. Así lo demanda el doctor Olivares, presente en la última reunión la semana pasada de la Sociedad Española de Psiquiatría. "Uno de los temas que tratamos fue el hacer un libro blanco sobre la prevención del suicidio que nos permita dar coherencia a todo lo que se haga a nivel nacional. Hay que hacer un plan estratégico nacional sobre el suicidio y estamos pendientes de que se conforme el Gobierno y entonces podremos unificar los datos y necesidades de todas partes. Es un tema complejo porque los datos no son fáciles de conseguir; el hecho de que el Imelga participe en estas cosas está bien en cuanto a los suicidios consumados pero no en cuanto a las tentativas", desgrana el facultativo.

Una patología detrás

Su experiencia sobre las patologías que esconden los suicidios coincide con los dictámenes del patólogo José Luis Gómez. "En la mayoría puede diagnosticarse un trastorno psiquiátrico y son muy pocos aquellos en los que no existe una patología. También la definición de patología es ampliable, por ejemplo alguien que se suicida en un arrebato pasional por un desamor estrictamente no es una patología. Cuando hablamos de enfermedades que se podrían haber diagnosticado y tratado correctamente y que podrían haber evitado el suicidio, hablaríamos de la mayoría de casos", lamenta el jefe de Psiquiatría de la EOXI viguesa.

José Luis Gómez - Jefe Patología Imelga-Vigo

"En el 80% de los casos suicidas hay detrás una depresión; trabajamos en protocolos de prevención"

J. Manuel Olivares - Jefe Psiquiatría Chuvi

"El volumen de personas que demandan atención es altísima, pero seguimos con los mismos recursos"