El Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra tiene claro que la investigación y su aplicación práctica es fundamental para mejorar la atención clínica a los pacientes. Así se lo quiere trasladar a las nuevas generaciones de facultativos que, año tras año, se incorporan a la institución. Para estimular e incentivar este interés, ha repartido 9.000 euros en premios a los mejores trabajos científicos presentados por sus doctores en formación. Lo hizo durante el acto de acogida al médico joven, en el que los 135 nuevos colegiados pronunciaron su juramento hipocrático.

La doctora María Cespón Fernández se alzó con el primer premio al mejor artículo científico publicado, dotado con 2.000 euros. Esta residente del Hospital Álvaro Cunqueiro que inicia su tercer año de especialización en Cardiología, presentó un estudio sobre el beneficio de uno de los cuatro tipos de medicamentos que constituyen los "pilares" fundamentales del tratamiento tras un infarto agudo de miocardio.

La investigación ya había recibido una beca en el último congreso nacional de Cardiología. La doctora Cespón explica que, en el día a día, se prescribe la medicación en base a las recomendaciones internacionales que se fijaron haciendo ensayos clínicos con casos de inicios de siglo. "Pero los pacientes ahora son diferentes", destaca y detalla que los abordajes han mejorado y, por tanto, su situación.

A nivel global, se están empezando a revaluar todos estos fármacos. Su estudio se centró en analizar el beneficio del uso del IECA y ARA2. En concreto, en el desarrollo de insuficiencia cardíaca, en función de la fuerza con la que el ventrículo izquierdo bombea la sangre a todo el cuerpo -fracción de eyección-. Analizaron 8.170 casos del Chuvi y del hospital de Murcia, con el que colaboraron en este registro. Tras un seguimiento de cinco años, demostraron que en aquellos que tenían un deterioro de la fuerza del corazón sí se ve un "claro beneficio" en el uso de este medicamento, mientras que en los que la habían conservado este no se percibe.

Cespón Fernández explica que se trata de un estudio retrospectivo que esperan que "siente una base para que se replantee" el uso y poder confirmar estos resultados con un ensayo clínico, en el que le gustaría participar. Cuenta que el Cunqueiro ya está colaborando en el que se está haciendo sobre otro tipo de estos fármacos, los betabloqueantes. Está dirigido por Sergio Raposeiras, tutor de su trabajo, al que agradece el apoyo, al igual que al doctor Emad Abu Assi y al jefe del servicio, Andrés Íñiguez.

Considera imprescindible la investigación como "complementaria a la práctica clínica". "Te hace revaluar y replantearte cómo hacemos las cosas en el día a día". Cuenta que en Cardiología les animan a ello desde el principio.

El neurocirujano José Luis Thenier Villa, que finaliza ahora la especialización, se hizo con el segundo premio, dotado con 1.500 euros, por una investigación que también recibió el galardón Rosa Díaz del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). En una colaboración con el departamento de Física aplicada de la Universidad de Vigo, estudiaron cómo actúa un tipo concreto de aneurismas cerebrales. "Las arterias del cerebro funcionan como cualquier tubería", describe. De ahí que sea adecuado el software de los físicos para realizar estos modelos tridimensionales a partir de pruebas de imágenes a los pacientes y simular ciclo cardíacos y cómo reacciona la pared de la arteria. En el futuro, la idea es poder decidir la terapia más adecuada tras probar en el ordenador cómo responderán los vasos del paciente. "Pero se requiere más investigación, llevará años", advierte Thernier.

Las doctoras Victoria Arnalich Montiel, Beatriz Acuña Pais y Elena Utrera Pérez, recibieron el tercer, cuarto y quinto premio por los mejores artículos científicos respectivamente. En la categoría de mejores comunicaciones o pósteres, los galardonados fueron, por este orden, Isabel Muñoz Pousa, Ana Chouza Piñeiro, Rafael José Cobas Paz, Nuria Vázquez Temprano y Olalla Lima Rodríguez.