-¿Qué previsiones de ocupación manejan para el próximo curso?
-Posiblemente sea incluso mayor que este año porque la Xunta va a recortar plazas en algunas carreras. Pero nos preocupa el futuro, porque la bajada de alumnos es indubitable, y por eso vamos a hacer una serie de medidas de captación fuera de nuestras fronteras.
-Se ha mostrado preocupado por la posible implantación de una universidad privada en Galicia.
-Tengo dudas de que haga falta porque la oferta pública ya es muy completa y coordinada. Y seré beligerante en que cumpla exquisitamente los requisitos que establece la ley. Obviamente defiendo la universidad pública como factor de primer nivel para la movilidad social, la promoción del talento y la mejora socieconómica del territorio.
-¿Puede ser una amenaza dada la reducción de alumnos?
-O también una oportunidad. No creo que compitamos porque, salvo casos muy concretos, el nivel de la universidad pública es muy superior. Y tampoco hay punto de comparación en los precios. Fue un acierto que la Xunta apostase por mantener las tasas más bajas en los grados y esto habría que seguirlo con los másteres.
-La sintonía institucional también es muy alta con la Diputación de Pontevedra.
-Es excelente, y también con la de Ourense. El lunes presentaré con Carmela Silva la Cátedra de Feminismos 4.0. Queda mucho camino por recorrer en igualdad y una universidad pública debe estar comprometida. La marea lila tiene que subir. Además de aprobar que las convocatorias tengan en cuenta los parones por maternidad, tenemos preparadas salas de lactancia en los tres campus, trabajamos en medidas de conciliación y vamos a fortalecer la investigación de género.
