Mucha información y sobre todo emoción para tratar de mostrar al gran público el alma de la Escola Municipal de Artes e Oficios (EMAO) a través de sus 90 primeros años de historia. La exposición inaugurada ayer en el centro exhibe hasta el 19 de julio decenas de documentos y objetos que formaron parte de las vidas de las múltiples generaciones que pasaron por allí desde su fundación, en 1886 por Eduardo Chao y otros representantes de la Institución Libre de Enseñanza. "Son objetos, pero sobre todo personas, emprendedores, alumnos, profesores, benefactores", explicó el director en funciones de la EMAO, Rafael Ojea, que destacó la importancia de un centro vital para la ciudad. "No nos imaginamos a Vigo sin la Escuela", remarca para explicar que la idea central de la muestra es precisamente vincular su historia a la de la ciudad.

Todas las personas que han contribuido al desarrollo de la ciudad en los últimos 130 años han pasado por la EMAO, ya fuese como profesores, benefactores o alumnos. Desde Camilo Nogueira a Enrique Lorenzo, fundador de Vulcano, pasando por Luis Torres, Silverio Rivas o Diego de Giráldez, todos han dejado su impronta, que se puede descubrir en una muestra que es para disfrutar con tiempo. "Hay que visitarla varias veces, merece mucho la pena", señala Ojea. También José García Barbón cuenta con un espacio propio en la muestra, con objetos personales cedidos por la familia como su brocha de barbear, un bastón, libros o el título donde se le nombra Hijo Adoptivo de la ciudad. Conviven documentos con maquinaria, un homenaje también a las mujeres que pasaron por la Escuela o al propio edificio que lo alberga, obra de Pacewicz.

La exposición surgió tras un proceso de investigación que todavía sigue vivo, apuntó Ojea, que reivindica la importancia de un centro que nació y pervive "impregnada del mismo espíritu con el que fue creada".