La investigación económica viguesa goza de buena salud "gracias al esfuerzo de hombres y mujeres" y algunas de ellas, como Del Río y Alonso, han puesto en marcha líneas relacionadas con la economía feminista, un campo todavía infravalorado. "Para muchos no tiene valor a pesar de que ha puesto de manifiesto que las teorías más asentadas se olvidan de temas fundamentales como es el de los cuidados y su influencia en la economía y la desigualdad. La caída demográfica del país no se va a solucionar con ayudas a la maternidad, sino cuando las mujeres tengan un trabajo estable y puedan hacerse un plan de vida. Todo esto es lo que pone de manifiesto la economía feminista", reivindican.

El peso de las docentes en la plantilla viguesa contrasta con la tendencia a la pérdida de alumnas, un problema común a todas las universidades europeas y que acerca el ámbito económico al tecnológico o científico. "La proporción de mujeres a medida que se asciende en la carrera profesional, el fenómeno conocido como tubería con fugas, ya empieza en las carreras. Perdemos talentos. Según los datos del ministerio, las alumnas rondan el 40%", advierte Del Río.

"Habrá que ver si se consolida para actuar en consecuencia. Pero esta falta de mujeres también se trasladará al mundo de la empresa porque habrá menos tituladas preparadas para incorporarse a puestos directivos", señala al respecto Dolores Garza.

Faltan referentes que las animen en todos los ámbitos. ¿Cuántas economistas acuden a las tertulias televisivas? Y las ministras de Economía y Hacienda, ¿qué aparición tienen en los medios de comunicación frente a sus antecesores masculinos?

"Incluso en el ámbito académico faltan referencias a mujeres economistas en los programas de asignaturas y bibliografías. Es bastante alarmante", lamenta Coral del Río.