El PP de Vigo inició ayer oficialmente una nueva andadura de la mano de Corina Porro. La exalcaldesa fue designada por la junta provincial del partido como presidenta de la gestora que guiará el futuro de los populares vigueses hasta las puertas de las elecciones autonómicas de 2020, en la búsqueda de un nuevo liderato. Pero el papel de Porro en la política local no acabará ahí. Después de poner a disposición su cargo como presidenta del Consello Económico e Social (CES) -rol que seguirá ejerciendo hasta final de junio- sobre la mesa está su futuro nombramiento como delegada de la Xunta en Vigo, según ha podido conocer FARO de fuentes populares. Un cargo desde el que podrá realzar su perfil y ganar protagonismo en plena reconstrucción de la formación.

Una vez atendida la llamada de Alberto Núñez Feijóo para conducir la transición del PP vigués, Porro se perfila como sustituta de Ignacio López-Chaves, actual representante del Gobierno gallego en la ciudad. Su incorporación al cargo no se prevé automática, pero su nombre es el elegido para completar su regreso a la arena política municipal. El PPdeG ha puesto en sus manos la reconstrucción interna de la formación y también su mejoría electoral de cara a los comicios de dentro de un año, por lo que las atribuciones del puesto, su papel institucional y la capacidad de contactar con otras administraciones y la esfera civil, le colocan en una mejor posición para visibilizar el nuevo proyecto popular en la ciudad.

Su futuro nombramiento supone además una nueva muesca en su cinturón de experiencias políticas. En él ya figura la presidencia de la Autoridad Portuaria entre 2009 y 2011, que le cerraría las puertas al retorno. La otra apuntaba directamente a Madrid. Concretamente a su designación como senadora autonómica, gracias a la mayoría que goza el PP en el Parlamento, aunque en contra de la maniobra jugaba la obligación de viajar con frecuencia a la capital, y en consecuencia, el riesgo de desatender el día a día del partido.

Los rostros del PP de Porro

Esa y no otra es la misión que le ha encomendado la formación: insuflar ánimo a un partido decaído. En palabras de Alfonso Rueda, líder del PP en Pontevedra, el de Vigo fue el "resultado más negativo"que arrojó para la formación el pasado 26-M, tanto por la sangría de votos como por la "importancia que tiene el concello". "Dijimos que era un muy mal resultado, y el primero en reconocerlo fue la candidata", subrayó, en referencia a una Elena Muñoz a quien quiso agradecer su "trabajo" y su "lealtad" para "apartarse a un lado y permitir que comience la reacción del PP".

Esa respuesta a la situación interna siguió dando pasos ayer. De entrada, la reunión de la junta provincial sirvió para aprobar el nombramiento de Porro como presidenta de la gestora y ratificó la propuesta de los cuatro primeros nombres con los que Porro quiere iniciar su tarea en el órgano. El partido obliga a cuatro (presidente, secretario general y dos vocalías) pero la exalcaldesa echará mano de una más.

Su mano derecha en la secretaría general será Marta Iglesias, concejal hasta en tres ocasiones y miembro de la dirección del PP durante la alcaldía de Porro. Ella será su número dos, mientras que la elegida para hacerse cargo de la portavocía es Teresa Cendón, también exedil. Ocupará una de tres las vocalías, para las que Porro también ha incorporado a Marián García, designada por el equipo de Muñoz (fue su número 3 en la lista), y a Rocío Fernández, presidenta local de Nuevas Generaciones.

Los cuatro nombres arrancarán la transición de los populares, pero en un plazo de algo más de una semana, coincidiendo con la constitución de la corporación en el Concello (15 de junio) se irán sumando hasta 20 personas, el tope fijado por la organización.

La gran incógnita que envuelve a Porro son los nombres que elegirá para configurar el grupo municipal. Tendrá que seleccionar a cuatro ediles, y entre ellos, a una persona para la portavocía. En sintonía con la experiencia que la exalcaldesa quiere imprimir a su equipo, las opciones para el cargo se restringen a perfiles como el de Teresa Egerique (número 18 en la candidatura), una de las favoritas, o al de José Alfonso Marnotes (20), actual director xeral de Promoción Laboral de la Xunta. En ambos casos obligaría al PP a correr buena parte de la lista.

En cualquier caso el grupo se someterá a la estrategia de oposición pautada desde la gestora. Y ahí, a la espera de entablar un diálogo con todas las sensibilidades y familias, la trayectoria de la popular apunta hacia un estilo, no tanto de confrontación directa con el alcalde, sino con un tono más propositivo que de todos modos tendrá que ser testado una vez dé comienzo la próxima legislatura.