"En las canciones que han analizado varía el elemento melódico, los armónicos, rítmicos y de instrumentación. [...] Es obvio que las canciones objeto del presente procedimiento tienen elementos originales, que las diferencian claramente de aquellas de las que derivan". Esta directriz es solo una de las múltiples alegaciones que recoge la Coral Casablanca en el recurso presentado ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, que desde ayer se encuentra deliberando sobre la sentencia por la que la sala de lo Mercantil de Vigo la condena al pago de 7.300 euros por el uso de canciones protegidas.

La representación de la agrupación musical sin ánimo de lucro sostiene que las canciones por las que se pretenden cobrar derechos de autor son "transformaciones", y que por lo tanto, no se les puede reclamar dichos cobros al tratarse de obras derivadas.

Para ello exponen la necesidad de elaborar partituras para cada cuerda, pues "no será igual para una soprano que para una contralto o mezzosoprano, o para un tenor, barítono o bajo". La argumentación también es extrapolable a una orquesta, ya que resulta necesario realizar partituras para todos los componentes de la misma. "Los coros de Casablanca no cantan canciones originales, sino que es necesario transformar las mismas, para que puedan ser cantadas por un coro y una orquesta", reza el recurso. Para ello señala también -haciendo alusión a la declaración del director de la misma- que son necesarias más de 40 horas para realizar la partitura de las obras.

Asimismo, insiste en otra de las alegaciones sobre la necesidad de acreditar que la SGAE gestione a los autores cuyo cobro exige. "Los certificados a los que se alude acreditan una absoluta falta de fiabilidad. No es serio, y no puede ser aceptado", concluye.