La incertidumbre respecto a la identidad de los concejales que se sentarán en la corporación municipal representando al PP es total. Tras la dimisión de Elena Muñoz, es probable que ninguno de los cuatro ediles electos (José Ramón Santamaría, Jesús Marco González, Marián García y Alejandro Pérez), se sienten en el pleno. En la reunión celebrada en la sede del PP vigués el pasado domingo, a la que asistió también Muñoz, se les pidió a todos los nombres que componían la candidatura (los 27 titulares y los 10 suplentes) que se pusiesen a disposición del partido. Todos ellos han presentado ya su renuncia por escrito. Será la gestora presidida presumiblemente por Corina Porro la que negocie en los próximos días los cuatro nombres de los 27 que forman la lista.

Hay una frase que todos repiten cuando se les pregunta por esta situación: "Todos estamos a disposición del partido". Los dimisionarios acatan por tanto en bloque la directriz de la dirección provincial del PP. No obstante, según pudo saber este periódico, a uno de los ediles electos no le ha sentado excesivamente bien que se le haya pedido que renuncie a su acta de concejal. Pero todo apuntaba a una remodelación profunda. Ya lo avanzó Rueda en FARO tras la dimisión de Elena Muñoz: "Lo normal es que se produzcan más cambios en el grupo municipal".

Varias fuentes han confirmado que la gestora tendrá vía libre para mover la lista hasta el puesto que considere oportuno para elegir a los concejales del PP en la corporación. La lista se moverá todos los puestos necesarios hasta llegar a las personas que consideren las adecuadas para ocupar los cuatro asientos en el Concello.

Entre las decisiones clave que tendrá que afrontar la gestora será elegir quién será el portavoz municipal del PP en el pleno. La persona elegida tiene que ser obligatoriamente una de las de la lista electoral.

Según fuentes de la dirección provincial del PP, lo que se busca es un portavoz que tenga experiencia en la política local, que conozca en profundidad la actualidad de Vigo y que tenga la fuerza necesaria para enfrentarse a los veinte concejales socialistas que tendrá en frente en los plenos. Una de las personas que responden a este perfil sería Teresa Egerique, que ya ha manifestado que está a disposición del partido para ocupar el puesto que considere oportuno. Egerique es actualmente diputada autonómica, ha sido concejal en la corporación viguesa desde 2011 y forma parte de la ejecutiva regional del PP de Galicia desde el año 2013. En las últimas elecciones municipales ocupó un puesto muy rezagado de la lista.

Miguel Fidalgo, que ha sido reelegido senador y iba de número siete en la lista electoral del PP de Vigo, sería otro de los nombres que también podría cumplir con el perfil buscado, después de llevar doce años como concejal en la corporación. Marta Fernández Tapias, que es miembro del comité de dirección del PP vigués, también se considera válida para el puesto. Actualmente es directora xeral de Administración Local de la Xunta de Galicia y ocupaba la posición 19 de la lista.

El número dos de la candidatura, el exgerente del Hospital Fátima José Ramón Santamaría, ya se ha autodescartado para ser la cara visible del grupo municipal: "No tengo ninguna experiencia política, no sé si sería el más adecuado. Pero aceptaré lo que el partido decida", apuntaba. Santamaría fue una de las grandes apuestas personales de Elena Muñoz, por lo que todo apunta a que tras la salida de su valedora, la gestora no contará con él.

Pese a que todas las encuestas preveían una considerable pérdida de votos para el PP vigués en las elecciones municipales, la debacle electoral cogió desprevenida a la formación. "Ninguno nos esperábamos algo así", reconoce un cargo del partido. Esa falta de previsión ha provocado la situación actual de incertidumbre y ha cogido con el pie cambiado tanto a la agrupación local como a la dirección provincial, que ahora tienen que hacer una reconstrucción improvisada a contrarreloj para rearmarse cuanto antes. Prueba de este desconcierto es que ninguno de los concejales electos sabían tras la dimisión de Muñoz si tomarían posesión o si se prescindiría de ellos, como finalmente parece que será.