Zona Franca superó en 2018 por primera vez en su historia la barrera de los 500 millones de euros en activos (bienes, recursos y derechos económicos), impulsada por la buena marcha de la economía en el área de influencia de Vigo, sus inversiones financieras y la adquisición de inmuebles como el que acogerá parcialmente el futuro World Car Center en la avenida de Portanet, según las cuentas anuales a las que ha podido acceder este diario. El organismo que pilota David Regades también ha visto crecer sus beneficios hasta los 26,4 millones de euros y su cifra de negocios (importe neto) hasta los 20,5, de los que 15,4 millones se corresponden a los arrendamientos que pagan las empresas implantadas en sus cinco parques industriales (Bouzas, Balaídos, PTL, A Granxa y Porto do Molle), siendo su mejor inquilino -y por tanto, mejor fuente de ingresos- el Grupo PSA.
En general, las cuentas del Consorcio correspondientes a 2018 son un claro ejemplo de la recuperación económica del tejido económico vigués. Su análisis temporal arroja que por primera vez en los 72 años de historia del primer y único recinto franco del noroeste, los activos que maneja han superado los 500 millones de euros; en concreto, alcanzan los 508 millones, un 6% más que en 2017. Dentro del paquete de activos destacan las inversiones inmobiliarias, que rozan los 150 millones de euros; las inversiones financieras a largo plazo (56,4 millones) pero sobre todo el efectivo: 166,6 millones de euros (frente a los 145 millones del año anterior), lo que da una idea de la capacidad inversora que tiene este ente dependiente del Ministerio de Hacienda y cuya principal función es ser un agente dinamizador de la economía y las empresas.
Entre las principales inversiones ejecutadas el año pasado destacan las inmobiliarias (3 millones de euros), como la compra del edificio para el World Car Center en Portanet (1,4 millones) y las mejoras en naves en el principal pulmón económico vigués: el polígono de Balaídos. Otro medio millón de euros se destinó a suelo industrial. En este punto, y de cara a los próximos cuatro años, el Consorcio se ha puesto como meta seguir urbanizando la Plisan, que ya cuenta con empresas interesadas en instalarse como Albo; ampliar los polígonos de Valladares (PLT), Porto do Molle (Nigrán) y A Pasaxe, y sobre todo crear nuevo suelo industrial en el municipio de Vigo, como mínimo 2,5 millones de metros cuadrados, para lo que ya ha contratado los servicios de una ingeniería para la localización de bolsas de terreno susceptibles de inclusión en el nuevo PXOM como parcelas, y bien conectadas a viales de alta capacidad.
Las cuentas anuales recogen que la cifra de negocios alcanzó el año pasado los 20,5 millones de euros, de los que 5,1 fueron por venta directa de suelo (se adjudicaron 41.236 metros cuadrados en doce parcelas, más o menos la misma superficie que en 2017) y 15,4 millones, de arrendamientos. En este punto destaca el Grupo PSA como principal cliente de la Zona Franca, ya que la fábrica de Balaídos de la multinacional automovilística francesa no tiene ninguna nave en propiedad: todas están en régimen de alquiler y en tax free zone. El informe tiene en cuenta también que en el caso de Porto do Molle están otorgadas opciones de compra de suelo por total de 140.435 m2 con un total de 20 millones de euros y cuyo plazo para ejercer termina en 2020.
El Consorcio mantiene su nivel de solvencia por encima del 90% (92,3%), con ausencia de endeudamiento, con un resultado de explotación positivo de 26,6 millones (+41%). Las cuentas tienen en cuenta la sentencia desfavorable que anuló la compra de concesiones mineras en la Plisan (se provisionan 17,8 millones ante un posible desenlace desfavorable) y el deterioro de los activos recomprados en la ETEA dentro del proyecto del Campus do Mar: el coste de la compra había sido de 5,6 millones de euros y el deterioro estimado, según tasaciones, es de 2,9 millones de euros.
