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La innovación asalta las aulas de FP

Educación premia seis proyectos novedosos en los ámbitos científico y didáctico del CIFP Manuel Antonio y el Paz Andrade

Del jardín al plato | En el ciclo de Restauración del Manuel Antonio usan flores comestibles y del litoral, pero estas son muy caras, por lo que han optado por plantarlas ellos mismos. En la imagen, el director del centro, Rubén Otero, con la plantación al fondo.

La innovación también tiene un hueco importante en los centros de Formación Profesional. En el CIFP Manuel Antonio lo tienen muy claro y, la Consellería de Educación le ha reconocido esta vocación en la última convocatoria de sus premios para el desarrollo de proyectos innovadores. Le ha concedido cuatro en el ámbito tecnológico y científico y otro en el didáctico. Tras el CIFP Ferrolterra, es el centro con más galardones. La ciudad de Vigo suma el sexto con una iniciativa del CIFP Valentín Paz Andrade.

"Es un orgullo para el centro porque es un paso muy importante, son proyectos de un empaque considerable", subraya la vicedirectora del centro, Begoña Delso, y añade que "implica un cambio y mejora en instalaciones del centro y permite modernizar determinadas áreas". Los premios suponen una dotación de alrededor de 153.000 euros.

El que supondrá más cambios para el Manuel Antonio es el proyecto de "Economía circular basada en los residuos" del propio centro. El objetivo es transformar todos los residuos que genera en otros productos que sean reutilizables en los diferentes ciclos y les permitan autoabastecerse, según explica Julio Alonso, uno de los profesores del departamento de Química que ha participado en su desarrollo. En él está involucrado prácticamente todo el alumnado.

Recogerán y destruirán el plástico para convertirlo en hilos que alimenten las impresoras 3D que emplean, por ejemplo, para prótesis dentales o auditivas o piezas para automatismos neumáticos, entre otros. La gran cantidad de residuos orgánicos que producen los ciclos de Hostelería y Turismo los convertirán en compost para abonar los más de 50.000 metros cuadrados de jardín con los que cuenta el centro. También harán jabón. El cartón lo destinarán a embalajes y sacarán material de relleno para las tapicerías de restos textiles. Construirán una "miniplanta" transformadora para todo ello.

Hay otro proyecto premiado que se beneficiará del compost generado en el centro: el cultivo y comercialización de flores comestibles y de litoral. El director del centro, Rubén Otero, cuenta que "surgió de una necesidad". Estas flores son muy caras, por lo que se plantearon producirlas. Ya están construyendo la huerta. La han ampliado a especies del litoral, con "mucho sabor y aporte mineral".

El tercero de las iniciativas galardonadas es la que aúna la tradición y la innovación en la elaboración de productos derivados del maíz gallego. Quieren atender al consumidor que busca producto de aquí y garantizar su procedencia. Un sector descubierto.

Una de las características de estos proyectos es que los centros colaboran con otros o con entidades externas como centros de investigación y empresas. En este caso, lo hacen con la Misión Biolóxica Galega. Plantarán maíz de variedades autóctonas y no transgénico. Elaborarán luego pan envasado al vacío -con o sin corteza- y productos saludables para máquinas vending, entre otros. La Escola de Canteiros, de Poio, les construyó un horno de pan tradicional; el IES A Guía realizó el estudio de mercado; y el IES de Teis, desarrollará una aplicación para que el comprador puede ver la trazabilidad del producto mediante código QR.

El cuarto de los premios de innovación tecnológica o científica que Educación otorgó al Manuel Antonio es sobre el control de calidad en algas para la elaboración de cosmética natural biosaludable. Los alumnos realizarán análisis a las algas de la empresa Porto Muíños para comprobar que están libres de contaminantes y tres centros de imagen personal gallegos elaboren geles, cremas o jabones naturales y biosaludables, según explica Iván Iglesias.

El quinto entra en la categoría de innovación didáctica. Surgió "casi por casualidad". En el aula de convivencia de FP básico descubrieron que los chicos pasaban horas con el ajedrez: a los que sabían le interesaba mucho y los que no querían aprender. Su uso como herramienta educativa no es novedoso, pero sí en FP. En el Manuel Antonio lo usan como actividad complementaria y asociada a ciencias aplicadas.

Otro centro integral de FP figura entre los galardonados: el Valentín Paz Andrade que, junto al IES Politécnico, ha desarrollado el proyecto de digitalización, impresión 3D y fabricación mecánica. El coordinador del proyecto, Ubaldo Costas, cuenta que al centro se le ocurrió que estaría bien disponer de unas figuras para obsequiar a aquellos que acudieran al centro a impartir charlas. Optaron por un busto del jurista, político y escritor galleguista que le da nombre.

En el Bachillerato de Artes del Politécnico, a partir de fotografías de Paz Andrade, modelaron en arcilla la figura, para luego digitalizarla con un escáner 3D. Con estos planos, la reproducirán con las cuatro técnicas que disponen entre los dos centros: función, inyección, impresión 3D y mecanizado. Con ello llevan a cabo "todo el ciclo de fabricación por ingeniería inversa". Del proceso elaborarán documentación didáctica que Educación colgará en su web para que otros centros de FP puedan utilizarla.

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