No emiten gases contaminantes, son silenciosas, económicas, ocupan poco espacio, pueden avanzar a unos 25 km/h y hasta permiten mantenerse en forma física. Con batería o sin ella, las bicicletas, pero también los patinetes, están llamadas a ser uno de los medios de transporte del futuro en los cascos urbanos. En algunas grandes ciudades como Ámsterdam o Copenhague son ya las reinas del asfalto. Son dos grandes capitales que poco a poco tratan de "copiar" otras urbes. Vigo, aunque todavía lejos, podría ser una de ellas. Cada vez hay más personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte para moverse por la olívica. La ciudad se ha ido poco a poco adaptando a sus necesidades y, aunque los colectivos ciclistas aseguran que todavía queda mucho camino por delante, aplauden que el primer paso está dado: el carril bici que permitirá recorrer Vigo de esquina a esquina desde Samil hasta Teis.
"Actualmente hay un goteo de bicicletas en la ciudad. No podemos hablar de un boom, pero sí es evidente que cada vez hay más usuarios. Y seguro que el nuevo carril bici contribuirá a que aumenten. Pero todavía queda mucho por hacer. Será un buen primer paso, pero es necesario acompañarlo con más medidas y nuevos espacios para las bicicletas", proponen desde la Asociación A Golpe de Pedal.
Colectivos y usuarios ciclistas confiesan que Vigo se ha hecho más amable en los últimos años para los usuarios de la bicicleta. "Solo el asfaltado de calles ha ayudado mucho. Y también la creación de viales de una sola dirección. Ahora confiamos que el carril bici sea un éxito y se pueda seguir avanzando", asegura Nuria García, responsable de la tienda Ceroemisiones y que se mueve a diario sobre dos ruedas. "La verdad que todavía no tenemos la ciudad ideal para moverse en bicicleta, pero lo importante es que está habiendo avances", aplaude.
Más pesimista es Pedro Montesinos, de Bici Total. "Es cierto que la gente se está animando viendo el nuevo carril bici, pero fuera de ahí la ciudad es complicada. Particularmente por la poca concienciación del resto de conductores, e incluso de los propios peatones. Hay muchas calles limitadas a 30 km/h, pero casi nadie respeta ese límite. Es un peligro para los ciclistas. Y luego está el problema de algunos viandantes que caminan sin pudor por el carril bici. Ocurría en el antiguo de Castelao y, aunque está sin acabar el nuevo, comienza ya a pasar a día de hoy", lamenta. Admite, eso sí, que el Concello ha ido adaptando la ciudad para que sea más amable con los ciclistas, sin embargo lamenta que no se cumplan las normas, como el límite de velocidad en las calles de tráfico calmado. "Si no se hace respetar, de nada vale", avisa.
Desde A Golpe de Pedal van más allá. Tienen ya varias propuestas para poner sobre la mesa del Concello. Una de ellas pasa por la elaboración de un plan director de la bicicleta en la ciudad olívica que contribuya a diseñar nuevas medidas e incluso nuevos carriles bici a lo largo y ancho de la ciudad. "Esto sí nos permitiría pasar del goteo actual de usuarios a un boom de bicicletas", vaticina su secretario, Alejandro Costa. "El carril bici tiene que ser el eje sobre el que pivote una malla mucho más amplia. De hecho, sería ideal que las calles que ya son de un solo sentido de circulación se señalizaran como ciclovías de uso compartido entre coches y bicicletas", plantea.
Más ventas
Responsables de tiendas de bicicletas de la ciudad confiesan que hay un aumento de la demanda, aunque moderado. En Ceroemisiones, especialistas en instalar kits eléctricos en bicis convencionales (desde 800 euros) aseguran que montan una media de cinco cada mes. En verano alcanzan picos de hasta una docena. "La gente se está animando poco a poco. Tanto con bicicletas tradicionales, como eléctricas", añaden desde Bici Total.
