No ha sorprendido a casi nadie pero ha indignado a todo el mundo. Los vecinos de la avenida de Castelao amanecieron ayer con la desagradable sorpresa de una pintada en el tranvía instalado hace menos de dos semanas por Vitrasa. Por la mañana, decenas de curiosos se acercaron a ver los daños provocados mientras dos operarios de mantenimiento de la concesionaria se afanaban en limpiar con rasquetas, disolvente y un producto especial para eliminar pintadas. "Vamos a intentar quitar lo más gordo y luego ya veremos si es necesario volver a pintar", señalaron. Comenzaron eliminando con rasquetas la pintura de los cristales, "la parte más fácil", y luego con disolvente y balletas lograron retirar los dibujos. Casi tres horas en borrar una pintada que, con toda probabilidad, el autor o autores tardaron en hacer quince o veinte minutos. A la una y media de la tarde ya no quedaba rastro de lo ocurrido, salvo por unos manchones rojos en la madera de las ventanas y en los laterales.

Vandalismo en Vigo | Destrozan el tranvía de Coia con una pintada

Vandalismo en Vigo | Destrozan el tranvía de Coia con una pintada

Muchos vecinos se enteraron a través del Whatsapp ya que las fotografías del grafiti, con las palabras "Abel" y "Patrón", corrieron como la pólvora de móvil en móvil y la mayoría ya conocía el acto vandálico antes de verlo con sus propios ojos. Una vez allí, indignación entre los congregados, que exigieron un castigo "ejemplar" para los autores. "Hay que tocarles el bolsillo, eso es lo más efectivo para evitar que vuelva a ocurrir algo así. Si limpiarlo cuesta 1.500 euros, que les multen con 5.000", señalaba Ángeles Calderón. A su lado, todos asentían aunque también coincidían en la dificultad de hallar a los culpables.

"Un vecino que sacó a pasear al perro a las tres de la mañana me dijo que a esa hora aún no estaba la pintada", explicó el empleado de Vitrasa encargado de mostrar el interior del tranvía a los curiosos aunque ayer había mucha más expectación en el exterior que por conocer el interior del histórico vehículo, instalado el pasado 19 de mayo.

Apenas once días tardaron en estropearlo. "Y volverá a ocurrir, con toda seguridad. Son unos gamberros y esto no se puede consentir", aseveró otro vecino, Severino Prieto. "Escuché a unos jóvenes decir que era un sitio perfecto para hacer botellón, en cuanto quiten las vallas seguro que fuerzan la puerta y lo destrozan por dentro", manifestó otro. "Es una vergüenza", recalcó Carlos del Río. Desde su instalación, no pocos advirtieron de que sería un reclamo para los gamberros, y no han tardado en confirmar sus temores. "No será la última vez", insisten los vecinos, divididos entre los que proponen rodearlo de cámaras y los que consideran que no servirá de nada. "No hay quien los pille, se las saben todas", lamentan.

Contrario a las cámaras también se manifestó ayer el alcalde, Abel Caballero, quien tachó lo ocurrido de "intolerable" y confió en encontrar al culpable. "Es vandalismo puro y duro y vamos a tratar de localizar a quien lo hizo, que seguramente no será difícil porque los autores de estas pintadas se conocen unos a otros y cada uno tiene su estilo, su firma", apuntó. Al respecto, insistió en que "la Policía sabe quiénes son" y que "si hay una muestra clara de quién lo hizo le llevaremos a los tribunales".

"No confiemos en que una cámara resuelva todo porque los que hacen esto saben lo que hacen y se cubren la cara", aseveró el regidor quien subrayó la gravedad de lo ocurrido y restó importancia al hecho de que la pintada incluyese su nombre. "Me parece lamentable que se considere gracioso porque no lo es, es algo muy serio", advirtió.

También Vitrasa, que donó el tranvía, lamentó el incidente. "Invertimos muchas horas en su restauración y nos duele enormemente que lo hayan dañado", aseveraron desde la concesionaria del transporte, que envió al equipo de mantenimiento y se mostró "muy satisfecha" por la limpieza en tan breve espacio de tiempo.

Otros actos vandálicos

Hace apenas unas semanas, los gamberros destrozaron una de las figuras del monumento de bronce a Elduayen de las Avenidas y una de las zonas nuevas de Vigo, la plaza de Martínez Garrido diseñada por Villalobos, está destrozada, con esculturas rotas y pintadas. Los vecinos de Teis, asimismo, han denunciado una pintada en el monolito a los represaliados de la dictadura.

Uno de los ataques más graves sucedidos en los últimos años fue la pintada en 2016 al dolmen de la Casa dos Mouros, en Candeán, con un símbolo de "Harry Potter".

En pleno centro, además, se producen periódicamente actos vandálicos que implican un elevado gasto para las arcas municipales. De hecho, está cifrado en 1.100 euros el coste diario para el Concello de los arreglos en contenedores destrozados y pintadas. El año pasado, la retirada de 1.500 metros cuadrados de grafitis supuso un desembolso de 57.700 euros.

Aunque no siempre es sencillo eliminarlos. La pintada de 2011 a los caballos del escultor Oliveira de la Plaza de España, con rayas a modo de cebras, tardó días en retirarse. Y otras veces el gamberrismo va más allá. En dos ocasiones, la última en 2016, arrancaron el periódico de la escultura a Manuel Castro de la calle Príncipe. También el barco "Alfageme" de Coia no se ha librado de la pintura y en su proa permanece estampada la firma de un grafitero.

Severino Prieto - Vecino

"Son unos gamberros y volverá a ocurrir, con toda seguridad. Esto no se puede consentir"

Ángeles Calderón - Vecina

"Lo más efectivo para evitar que se repita es que se le toque en el bolsillo a los culpables"

Carlos del Río - Vecino

"No me esperaba que ocurriese algo así pero gamberros hay en todas partes"