Si el 26-M deja un damnificado en Vigo es el PP. La formación que encabeza Elena Muñoz vio cómo el domingo perdía 8.400 votos con respecto a 2015, lo que reduce su representación en la cámara local de siete a cuatro concejales. La propia candidata reconocía tras el escrutinio, y volvía a hacerlo ayer, que el 26-M deja un balance "malo" que obliga a abrir un periodo de reflexión. Los populares han perdido empuje incluso en sus feudos tradicionales, como los situados en el centro del casco urbano, donde hasta hace poco más de una década obtenían cerca del 40% de sus apoyos, e incluso han terminado relegados a tercera o cuarta posición en algunas mesas, por detrás de Marea y BNG. No en todos los puntos de Vigo sin embargo el balance es igual de malo. En el distrito cinco, integrado por As Travesas, Castrelos, Sárdoma y A Salgueira, la formación popular ha conseguido mantener su peso. Si en 2015 obtuvo allí 1.292 votos, el pasado domingo revalidó la marca con 1.331.