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Los grandes retos del nuevo mandato

Las últimas gestiones del gobierno local la semana pasada fueron para dar pasos para avanzar en la peatonalización de Porta do Sol o la rehabilitación del Barrio del Cura

Una vez superado con nota el proceso electoral, Abel Caballero constituirá en las próximas semanas un nuevo Gobierno al que le restan muchos retos por cumplir. En los próximos cuatro años verán la luz obras que ya se han encarrilado en la recta final de este mandato, con sus miembros ahora en funciones, mientras que otros proyectos aún no han recibido la luz verde. Además de acometer las grandes obras anunciadas que transformarán la fisonomía de la ciudad, el Concello tiene por delante otros compromisos con la ciudadanía que dependen de una más eficiente gestión de los recursos propios o la cooperación e interlocución con otras administraciones.

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Los grandes retos del nuevo mandato de Abel Caballero

Mejora de los accesos. La transformación integral de las vías de entrada a la ciudad, por la autovía de Ourense y la AP-9 es una de las asignaturas pendientes para el próximo mandato de Caballero. La humanización de la Avenida de Madrid, cuyo presupuesto ya está fijado en 14,4 millones de euros y cuenta con el apoyo firme del Ministerio de Fomento, se prevé que se inicie antes de que finalice este año. Más incertidumbre rodea por ahora a la añorada conversión en vía urbana del tramo de entrada de la AP-9 en la ciudad a partir de la rotonda de Buenos Aires. La gestión con el Ministerio de Fomento y la Xunta serán claves para avanzar en uno de los anhelos históricos del barrio de Teis, que plantea el vial desde Torres Padín, en Chapela.

Impulso a Peinador. La salida de Ryanair amenaza con truncar la senda de recuperación del aeropuerto vigués, que sigue a la espera de abrir nuevas rutas y una mayor estabilidad que permita hacer frente a la demanda real de conexiones nacionales e internacionales. El gobierno local abrió un proceso para ocupar el vacío dejado por la low-cost irlandesa que todavía no se ha materializado.

Área Metropolitana. El organismo que reuniría bajo un mismo paraguas a los ayuntamientos del área y mejoraría servicios esenciales como el transporte o las emergencias se atisba todavía lejos ante la aparente imposibilidad de alcanzar acuerdos por encima de las siglas de unos y otros partidos.

Recuperación del Casco Vello. Pese al enorme impulso recibido en la última década, la reforma del barrio histórico no estará completa hasta que el viejo edificio de La Panificadora sea reconvertido en un centro cultural y social de la ciudad y el Barrio del Cura deje atrás el estigma del abandono y se convierta en un nuevo centro urbano neurálgico de Vigo, con viviendas, zonas verdes y una gran plaza que comunique el Paseo de Alfonso con el barrio de Torrecedeira. Los derribos de las viejas estructuras comenzaron también este mes de mayo y la semana pasada, la última Gerencia de Urbanismo dio luz verde a la aprobación inicial de la modificación del PXOM para reordenar este ámbito mientras sus promotores aguardan a recibir la autorización que permita iniciar las obras de tan ansiado ámbito, cuyo diseño firma Alfonso Penela.

Proyecto del cinturón verde. La ola de incendios del 15 y 16 de octubre de 2017 reveló como imprescindible habilitar una barrera entre las superficies forestales que rodean el municipio y las zonas habitadas. El proyecto ya existe pero todavía sobre el papel.

Abastecimiento del agua. La misma sequía que alimenta los incendios forestales hace peligrar el abastecimiento de agua en la ciudad. Durante la campaña electoral, Caballero reivindicó que se trata del problema más grave que afronta Vigo. El BOE publicó hace dos semanas el convenio a tres bandas entre Concello, Xunta y Gobierno para que las tres administraciones decidan cuál es la mejor solución para garantizar el suministro entre cuatro posibilidades: hacer una nueva presa, aumentar la actual de Eiras, un trasvase de emergencia o bombear agua desde el río Miño.

Potenciar la política cultural. La acción cultural ha sido el talón de Aquiles del pasado mandato o, al menos, el que más críticas ha suscitado. El reto para este mandato es fortalecer una red municipal de museos infrautilizada con dotaciones como un Verbum sin apenas contenido, un Centro Galego de Fotografía cerrado o un Marco en el ojo del huracán.

Proyectos históricos. Las grúas ya comenzaron a trabajar para erigir el centro comercial que convertirá la estación de alta velocidad en un referente arquitectónico diseñado por Thom Mayne. Uno de los tramos de las rampas de Gran Vía ha sido ya adjudicado y también se licitará pronto la peatonalización de la Puerta del Sol. Del carril bici entre Teis y Samil se atisban ya algunos tramos pero la conclusión de proyectos como la finalización de la reforma de Balaídos, con la grada de Marcador a punto de licitarse y la de Gol pendiente y que incluye un aparcamiento subterráneo, abarcará previsiblemente todo el nuevo mandato.

Cíes, Patrimonio de la Humanidad. Cuando Caballero presentó la candidatura ya advirtió que se trataba de un objetivo a medio y largo plazo pero estos cuatro años deberían materializar pasos reales hacia la consecución de tan ansiado reconocimiento. Por medio, la candidatura paralela de la Xunta para que la Unesco distinga a las Cíes pero también al resto de islas del parque nacional.

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